Capítulo 6: Quien un consejo desoyó, su mal buscó.

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Tener tus ojos debe ser ilegal y más si cuando miras solo inspiras a pecar.

Esa sonrisa peculiar de jugar a tentar, letal, y esos dotes que sí sabes cómo usar para matar...

✿✿✿

―Dorian, tenemos que hablar― comentó Azriel ocupando el asiento vacío que estaba junto al militar aunque tenía marcado el nombre de Rowan, quien tuvo que sentarse en el lugar que le correspondía a su amigo al lado de Lennox.

Dorian adoptó su temple formal y lo miró fijamente, esperando que le comentara algún asunto relacionado con el trabajo. ― ¿En qué le puedo ayudar, Joven Cox? ―.

―Seré yo quien te ayude a ti en esta ocasión―.

Dorian hizo una expresión de confusión. ― ¿A qué se refiere? ―.

―He visto la forma en que lo mirabas en el backstage y no es la primera vez que te descubro mirándolo así. Es evidente que sientes algo por él. ― Comentó Azriel en un susurro bajo para que solo Dorian le escuchara. ― Eres parte de mi personal de seguridad, pero más que eso, sé que eres una buena persona y te aprecio. Es por eso que me siento en la obligación de advertirte sobre Luke, te aseguro que no quieres eso―.

―Joven Cox...― comenzó a articular Dorian, pero fue interrumpido antes de poder continuar.

―Luke es mi mejor amigo, pero no es una persona leal en las relaciones amorosas, se harta de las personas y las desecha como si nada. ―Azriel suspiró, sintiéndose mal por estar diciendo aquellas cosas de una persona tan importante para él, pero sabía que Dorian se perjudicaría mucho si continuaba adelante con aquello. ―Si solo quisieras acostarte con él, no me importaría, pero sé que tienes sentimientos más allá de eso. Si le permites acercarse a ti y alimentas eso que sientes, cuando se canse de ti no le va a importar dejarte hecho mierda―.

―Con todo respeto, Sr. Cox, mis asuntos personales no son de su incumbencia―.

―Estoy muy consciente de eso y no sabes cómo me costó decidirme a hablarte al respecto, no solo por ti, sino también por él. Luke es como mi hermano y nunca podría hacer nada para perjudicarlo, pero no podía continuar viendo cómo te creas ilusiones con algo que no va a pasar―. Azriel hablaba muy bajo, tratando de que solo Dorian escuchara sus palabras.

―Él nunca te va a tomar en serio y cuando consiga lo que busca de ti te va a rechazar como siempre lo hace. Entonces ¿Qué vas a hacer con lo que sientes? Es mejor que te mantengas alejado de él y trates de olvidarlo―. De verdad sentía una gran preocupación por su guardaespaldas, quien le parecía un buen hombre. ―Incluso podría intentar disminuir mis encuentros con él para que no tengas que verlo tan a menudo―.

Dorian se atragantó ante aquella perspectiva. No volver a ver a Luke ¿Acaso esa era una opción viable? Tal vez era algo precipitado, algo impulsado por la mera fascinación y ceguera momentánea que causaba un enamoramiento, por no podía concebir una vida sin ver a Luke sonreír desde lejos. No podía concebir despertar cada día en un mundo en el que Luke Tyrell no lo mirara con esos ojitos café, que lo invitaban a escaparse con él a un mundo utópico y eterno. No podía concebir caminar, correr y trabajar en un mundo en el que no esperara ese siguiente encuentro con la única batería que impulsaba su razón.

Y si la vida planteaba dos escenarios posibles: vivir y sufrir, o morir por no sufrir ¿Sería considerado valiente aquel que prefiriera la muerte antes que luchar por el derecho a respirar?

Dorian lo sabía muy bien. Había decidido que si Luke era un demonio que se alimentaba del dolor que causaba y que si no hacía pedazos a los demás corría el inminente riesgo de morir, entonces él se prestaría para darle vida por el resto de la suya, hasta que le quedara una pizca de fuerza.

―Le agradezco mucho su preocupación, pero tengo la capacidad de tomar mis propias decisiones―. Dorian se sentía muy incómodo por tener que justificarse ante Azriel, odiaba estar teniendo aquella conversación. ―Y le agradecería mucho que no vuelva a involucrarse en mis asuntos personales, con todo respeto, Joven Cox. Le aseguro que continuaré ofreciendo mis servicios de seguridad con la misma eficiencia de siempre y que nunca se enterará de nada de lo que hago fuera del horario que me corresponde custodiarlo, al menos no por mi boca―.

Azriel puso los ojos en blanco, resignado. No entendía cuál era el embrujo que portaba Luke que hacía que la gente perdiera la cabeza y se volvieran completos idiotas sin razón, pero no podía hacer más. ―Te pido disculpas si te he ofendido con mi comentario, pero por favor, dime que al menos vas a pensarlo. De verdad, Luke no es bueno para ti, te va a lastimar, es algo inminente ―.

Dorian cruzó los brazos sobre su pecho, estaba harto, pero a la vez sabía que Azriel tenía buenas intenciones por lo que intentó mantenerse razonable. ―Está bien, prometo que lo pensaré―.

Entonces, su conversación se vio interrumpida por la música, el destello de luces y la voz del presentador de la noche quien daba inicio a la premier de la colección Chanel x Luke.

Dorian se olvidó de inmediato de las palabras de Azriel y solo se dedicó a vivir el momento. Nunca antes había estado presente en un desfile de modas, incluso, siempre le habían parecido eventos superficiales que no aportaban nada a una sociedad necesitada de tantas cosas. Y si era honesto consigo mismo, todavía tenía esa percepción, pero no pensaba eso sobre aquel desfile en particular. Aquel en el que el dueño de su mente y de su corazón caminaba como un Dios por altos y brillantes pasillos plateados, haciendo que cada centímetro de su cuerpo temblara ante la perspectiva de poder besarlo de nuevo, ante la certeza de que ese niño tan irreal y desbordante de gracia y pasión, sería suyo, al menos momentáneamente.

Y el tiempo que transcurrió entre el momento en que comenzó la pasarela de modelos, que iban y venían con ropas que le recordaban a su amor en cada detalle, y cuando por fin pudo levantarse de su silla y correr hacia el camerino indicado para encontrarse con él, le parecieron los más largos de toda su vida.

Lo más profundo ✿ By Luna ✿ TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora