Lo más profundo ✿ By Luna ✿ Terminada

Capítulo 10: Perdido.

Todos mis peros y sin embargos, se me reafirman en tu letargo, imagino que tu sueño debe ser tan puro y largo que si Sigmund Freud viviera no sabría interpretarlo, y diría: que mágico atropello, la conciencia solo es un destello, y hablaría del yo, del superyó y del ello sin ver que su iceberg se está fundiendo en tu cuello. Que fracaso tan ambiguo, acertar cuando me digo, qué dolor sentir alivio, qué alivio doler contigo...

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Dorian sintió que el rumor de la voz de Luke le recorrió cada centímetro del cuerpo, hasta morir en su columna vertebral y hacerlo temblar, y por instinto recordó las palabras que Azriel le había dicho en el desfile, si lo dejaba cogérselo allí mismo ¿Por cuánto tiempo más perduraría su interés?

Aquello era lo único que lo limitaba, se moría por sentir sus manos y sus labios sobre su cuerpo, se moría por dejarse llevar por ese chico, quería dejarse herir, dejarse lastimar hasta que no le quedaran fuerzas, dejarse amar y adiar al mismo tiempo, solo por él. Pero necesitaba mantener esa cercanía por más tiempo, no quería ser desechado tan pronto. 

"Si, pequeño dueño de mi corazón" pensaba sin hablar "Quiero dejarme follar por ti, quiero que hagas lo que quieras de mí, que me destruyas y me construyas a tu antojo, que acabes una y otra vez con mi vida si eso te va a hacer feliz, quiero morir por ti y ser todo lo que quieras de mí, quiero entregarte todo lo que tengo hasta que no me quede ni un solo aliento y revivir solo para ti".

"Pero tengo miedo".

"Tengo miedo de dejar de ser una novedad para ti. Miedo de que pierdas el interés y dejes de buscarme. Tengo miedo de perder lo poco que tengo de ti".

―Apenas tienes 19 años― dijo en cambio, en un tono dolido, bajo.

―Deja de poner mi edad como un impedimento―Luke se lamió los labios sin abrir los ojos y bajó sus manos un poco más hasta terminar en los bien formados muslos de Dorian, no dejaba de tocar, muy despacio, todo a su alcance por encima de la ropa. ―Juro que te voy a hacer sentir como nunca te has sentido, bebé, solo déjate llevar―.

El guardaespaldas estaba perdido. Abrió los ojos justo en el momento en que el joven frente a él pasaba su lengua por sus sonrosados labios, humedeciéndolos. Nunca antes en su vida había tenido unas ganas tan agudas de arrojarse sobre la boca de alguien y besarle hasta perderse en las trincheras de un mundo fantástico, nunca antes había estado tembloroso y expectante con la sola idea del toque de unos labios.

Pensó entonces que no sirve de nada haber vivido si nunca has muerto por alguien, él estaba muriéndose por Luke Tyrell y estaba dispuesto a correr el riesgo de ahogarse en su propio veneno.

―Hazlo entonces― dijo sin pensar, dejándose dominar por sus deseos.

Y con eso bastó. Luke lo atrajo a prisa por las caderas, obligándolo a sentarse a horcajadas sobre su regazo y comenzó a besarlo con todas las ganas que le tenía desde la primera vez que lo vio. Lo tomó por la nuca con mucha fuerza para no dejarlo escapar y succionó sus labios una y otra vez hasta que se tornaron rojos, los mordió y saboreó tanto como pudo, deslizando su lengua hambrienta por su suave y húmeda boca.

Dorian solo se dejaba hacer, sintiéndose en el nivel más alto de euforia, su corazón latiendo a una velocidad impensable y tratando, sin lograrlo, de seguirle el paso al intenso chico que lo besaba hasta su más profundo instinto. Podía sentir el miembro duro de Luke entre sus piernas, haciéndolo sentir extasiado y necesitado de más contacto, el chico tomó su trasero con ambas manos y lo restregó con fuerza contra su entrepierna, como si leyera su mente.

El tiempo no tenía sentido en aquel salón terriblemente iluminado por la luz del sol creciente que ingresaba por los enormes ventanales de cristal, todo pasaba demasiado rápido y a la vez, Dorian se sentía viviendo en cámara lenta. La excitación corría por sus venas, inquieta, segura, destruyendo poco a poco sus dudas y su voluntad.