No es mi príncipe, es mi bufón | BRAWL STARS: Mandy × Chester

Un triste final (2/2)

En su ventana estaba Mandy, apoyandose de su brazo mientras pensaba... cosas, o tal vez miraba el cielo nocturno mientras pasaba una... ¡¿Estrella fugaz?! Eso era algo único. Aunque Mandy no creía en eso de los deseos de la estrella, no perdía nada intentándolo.

En el fondo de su corazón solo deseaba una cosa...

"El amor y aceptación de su padre".

Aún nuestra princesa tenía fé de que un día su padre la abrace con cariño y que se sienta orgulloso de ella, pero era casi imposible teniendo en cuenta los sucesos que ocurrían en la fabrica. Las ganancias eran buenas sin duda alguna, pero... ¿y los destrozos que hacia Chester con sus bromas de mal gusto? Eso solo significa utilizar un poco de la ganancias de la ventas y mucho del dinero que ella gana trabajando en solo la reparación de esos "accidentes". ¿Entonces por qué no le pide dinero a Chester? Ni ella misma lo sabe, nunca tuvo la valentía de pedirle dinero sabiendo que el no es millonario. Es más, nunca se le paso por la cabeza en pedirle eso. Mandy quería... ¡¿pedirle disculpas a Chester?! Pero el sueño le ganaba y mañana tendría un largo día de trabajo, ¿por qué no mañana? Ya era tarde y seguro que él está descansando.

●

Nuevo día y nuestra querida princesa, de mala gana, se viste con el uniforme que lleva siempre. Mandy no puede decir que es su vestido de princesa, ya que tiene otro más formal y este... solo es para trabajar. Apenas se vió en el espejo, recordó todo lo sucedido ayer... inmediatamente sacudió su cabeza y salió de su habitación. Hombros hacia atrás, espalda recta y con una sonrisa, fue a la puerta principal del dulce palacio y las abrió como si nada. La princesa decidió abrir temprano debido a que ayer cerró temprano. En la hora descanso pensaba en desayunar, pero tendría que aguantar el hambre.

Ahora que todavía no llegaba un cliente, se dió cuenta que no había visto a su ex-amigo, ni en los pasillos y ni en la cocina. Era extraño. ¡Pero que se le va hacer! Estaba en horario de trabajo y en cualquier momento llega un cliente... ¿O tal vez ya había un cliente desde hace mucho?... o desde ayer...

...

- ( ¿Ahora qué hago? )

Aquel cliente era de pocas palabras, de tan pocas que no soltó un chillido cuando la puerta principal del dulce palacio cerró de golpe. No es que fuese mudo, pero... simplemente no habla mucho.

Tal vez para muchos el problema de estar encerrado en una fábrica es que puede estar totalmente oscuro y preocuparían a sus seres queridos, pero para él no era el problema. Su único problema es que... ¡Justo mañana graba una película y... temprano!

Ahora... ¿Cómo le haría para escaparse sin ser confundido por un ladrón?

...

Justo llega un cliente ¡que bien!, pero para la fábrica. Mandy seguía preocupada... tal vez ¿por Chester? No es que piense que le sucedió algo malo, ya que el puede defenderse, con trampas... ¡pero puede! Solo que puede estar molesto con ella.

¡Que bueno que llegó la hora de descanso! Mandy estaba hambrienta, pero antes debe solucionar algo. Decidió buscar a su bufón y pedirle disculpas. Pero se demoró un buen rato encontrarlo, ya que estaba en el jardín. Desde lejos, lo vió hablar solo o mas bien con alguien...

- ¡Bueno, es que no hay otra oportunidad! ¡Es ahora o nunca!

El cliente de pocas palabras con quien estaba hablando Chester simplemente negó con la cabeza. Temía de que unos guardias lo atraparan como si fuese un ladrón. Además, secretamente quería seguir viendo la "película" que se armó ayer con la pelea de bufón y princesa. Sinceramente, ya no quería grabar la película, más prefirió ver esta.