"¡A por la princesa de CandyLand!"

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El brujo seguía pensando de donde provenía la voz.

Se alertó cuando escucho esos sonidos de cascabel demaciado cerca, parecía que provenían en dirección a su ventana. Lentamente giró su cabeza hacia ese lado y pudo ver a uno de los causantes que dejó su casa en un terrible estado.

- ¡Hola señor brujo! ¿Cómo ha estado?

El bufón estaba sentado en la ventana, balanceando una pierna, además de que llevaba su sonrisa de siempre.

- Tú...

- ¡Si, soy yo de nuevo!

- ¿Qué quieres, eh? ¿A desordenar mi maravilloso hogar?

El brujo notoriamente estaba molesto e irritado. Sin duda no le gusta que le molesten cuando está en su momento de inspiración.

- Jeje, bueno...

A pesar de que Chester tuviese otro propósito al estar allí, no pudo evitar mirar detenidamente esa habitación.

- ... en su visita se le olvidó algo muy importante ¡y vine a devolvérselo!

- ¿De qué estás habland...

El bufón sacó la pequeña botella de buen olor de su caja sorpresa, para luego hacerla rodar por la pequeña mesa.

- Lástima que mi princesa se lo bebió todo, ¿usted sabía que a Mandy le gusta cualquier cosa que tenga olor y sabor a miel? Es como si fuese una adicción para ella.

- ¡¿Cómo llegó eso a ella?!

- Eso creo que debería saberlo usted, brujo.

Byron tomó la botella y empezó a revisarla desde cada ángulo.

- No lo entiendo... yo si lo cree, pero nunca se lo dí.

- ¡Bueno! Aunque se lo hayas dado o no, no puede cambiar las cosas ahora.

- ¿Eh?

- Mi princesa ha sido secuestrada, ¡adivine por quien!

El brujo se encogió de hombros.

- ¡De tú reina!

- ¡¿Qué?!

Byron se sorprendió tanto que por casi tira algunas pociones que estaba en un pequeño estante, por suerte las atrapó antes.

- No deberías sorprenderte, ¿o acaso no conoces a tu reina?

- Si la conozco y sé de lo que es capaz para deshacerse de sus enemigos...

Ahora el confundido era Chester. Sabía que Byron había trabajado para Pam por años... ¿pero por qué lo hizo?

...

Detrás de la puerta, se encontraba un muy joven bufón escuchando las discusión de el brujo y el Rey de CandyLand.

- No puedo creer me traicionaras de una forma tan... ah... ¡¿cómo pudiste estar de su lado?!

- Dejeme decirle que esto no es así, jamás podría traicionarlo.

- ¿Entonces que significa esto? Confié ciegamente... te hice mi mano derecha ¡¿Pero para qué?! ¿Para que elijieras el oro y poder que ella te ofreció?

- Yo no cambiaría mi amistad con el rey por nada.

- Entonces, ¿por qué lo hiciste? ¡dame una explicación coherente para eso!

No es mi príncipe, es mi bufón | BRAWL STARS: Mandy × ChesterOnde histórias criam vida. Descubra agora