Día normalmente normal

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- Otro día... otra jaqueca...

Dijo la princesa mientras se levantaba de su acojedora cama con los ojos entrecerrados.

Fué directo al baño.

Mientras se cepillaba el cabello le extrañaba que su "amigo" no la despertase con un grito, pero suspiró pesadamente al recordar lo sucedido ayer.

Apenas habían llegado de su "visita" de Érase una vez, el bufón solo tuvo fuerza para ir a su habitación y tirarse como costal de papas sobre su cama. En un comienzo le preocupaba a Mandy, pues aunque Chester aveces se desvelara, siempre mantenia esa energía que lo caracteriza.

Su preocupación fue tanta que decidió darle el día libre al bufón, e incluso ella misma trató de controlar su temperamento, pero el bufón no ayudó mucho en la mejora de Mandy, pues se la pasó de flojo todo el día. ¡Incluso hasta pata traer un vaso con agua y azúcar!

Este día sería diferente y la princesa ya no soportará más al bufón en cuanto a su flojera. Además de que tendría que lidiar con otros asuntos relacionados con el secuestro de la princesa de CandyLand.

Los pasos de Mandy sonaban por todo el pasillo. Asotó la puerta de la pequeña habitación del durmiente bufón echa toda una furia.

- ¡¿Hasta cuando piensas dormir...

En su cabeza se le formó una idea.

Se acercó hacia el joven bufón quien estaba recostado sobre su cama como envuelto con sus sábanas. Ella tenía una sonrisa maliciosa.

Miró a Chester para asegurar de que estuviese dormido, rapidamente salió de la habitación y cerró la puerta cuidadosamente.

Al minuto, Mandy entró a la habitación con un vaso con agua en mano.

Se acercó a la cama sigilosamente, pero se dió cuenta que él ya no miraba al techo sino hacia otro lado.

Igualmente siguió acercandose, pero cuando escuchó una voz detrás de ella se paralizó.

- ¡Buenas días princesa querida!

Inmediatamente la nombrada volteó aún helada.

- Aww, ¡que linda! ¿Querías despertarme como yo lo hago contigo?

No faltó el ceño fruncido en la cara de Mandy.

- ¡No te hubieras molestado! Me levanté 10 minutos tarde pero...

La cara del bufón ya estaba mojada.

- Ahora estoy completamente segura de que estás despierto.

Dijo la princesa, para luego darle un pequeño golpe en la espalda a Chester y salir de la habitación.

La puerta se cerró y aún el pelirojo seguía sorprendido pues Mandy, ni en sus sueños más alejados de la realidad, hubiera intentado una broma así.

Con la princesa renegona...

Ella ya estaba lista y se dirigió a las puertas del palacio para abrirlas.

Una vez abiertas, rapidamente se sentó sobre su trono para repetir la rutina aburrida de todos los días.

Como es común, Mandy solo se apoya sobre su brazo y piensa sobre venta y ganancia.

Mientras pensaba en eso, se dió cuenta que las ganancias de ayer habían bajado un 20% y dá la casualidad de que el encargado de las risas "Chester" no estaba presente el día de ayer.

"¿Él será tan importante?"

A la princesa no le cabía en la cabeza el porqué de esto. Pero sus pensamientos y calculos fueron interrumpidos por los alegres y divertidos pasos del bufón.

No es mi príncipe, es mi bufón | BRAWL STARS: Mandy × ChesterWhere stories live. Discover now