Pequeño Secreto || Dahmo

Amor Confuso

Habían pasado meses desde la salida de las chicas. Las 4 se habían convertido en un grupo inseparable, Momo y Sana se habían hecho muy amigas, hasta se reunían solas.
Ellas habían establecido una amistad muy fuerte con la chica que conocieron en la discoteca, Mina.

Era un jueves por la tarde, las chicas estaban de vacaciones; Sana, Momo y Mina se iban a reunir en la casa de Mina. Ella, a comparación de las mayores, vivía con sus padres, los cuales estaban de viaje.

Mina había arreglado todo, habían decidido hornear galletas mientras se contaban "chismes". Solo faltaba que sus amigas lleguen.
Unos 10 minutos después, sonó el timbre.

Oh, deben ser ellas...

—Hola, Mina —saludó Momo dándole un abrazo.

—¡MINAAA! —gritó Sana.

—¡Hola, chicaas! Pasen.

Las chicas pasaron y decidieron empezar a preparar las galletas.

—Bien, primero necesitamos precalentar el horno —dijo Mina encendiendo el horno—. Listo, ahora mezclamos mantequilla con azúcar... Sana, ¿puedes batirlo porfi? Y luego añadimos harina.

—Oki.

—¿Yo que hago? —preguntó Momo.

—Mmm, la mezcla ya está lista, puedes hacer pequeñas bolitas y aplastarlas para darle la forma, mientras Sana y yo limpiamos todo.

—Está bien.

Momo había finalizado y las chicas habían puesto las galletas en el horno, por mientras decidieron ir a la sala a conversar.

—Chicas, una pregunta, ¿cómo rayos han hecho para vivir solas? —preguntó Mina.

—Yo desde los 17 ya tenía planeado irme a vivir el siguiente mes que cumpla 18, cuando le dije a mi mamá ella no quiso, pero terminó aceptando; me ayudó con la mudanza y eso...

—¡Que chevere! ¿Y tú, Momo?

—Bueno... cuando cumplí 19 cometí el peor error de mi vida, me fui a vivir con mi ex... pasaron algunas cosas y terminamos peleados, y él se fue. Semanas después me fui a vivir a mi departamento actual y ya —explicó Momo.

—Que fuerte... no sabía eso —dijo Mina.

—Yo tampoco —dijo Sana enojada.

—Es que es algo irrelevante.

—No —dijeron Mina y Sana al mismo tiempo.

—Lo bueno es que todo está bien ahora —dijo Sana.

—Sí... —respondió Momo.

—Bueno... ¿cómo les ha estado yendo? —preguntó Mina cambiando de tema.

—Bien... —respondió Momo.

—Yo super bien, estamos de vacaciones y ahora descanso más —habló Sana.

—¡Eso es muy bueno! Yo recién salgo de vacaciones en dos semanas... Momo, ¿está todo bien?

—Es que se enamoró de mi amiga —dijo Sana y Momo rodó los ojos.

—No. Solo que casi pierdo mi trabajo, eso es todo; cambiando de tema... ¿no huele a quemado?

—¡LAS GALLETAS! —gritaron las tres chicas.

Fueron a la cocina y apagaron el horno. Cuando sacaron las galletas algunas estaban quemadas, pero el resto estaba bien.

—Bueno... al menos tenemos algunas, ¿no? —preguntó Sana y las demás asintieron.

Las chicas probaron las galletas que habían hecho y dijeron que no estaban tan mal.