Pequeño Secreto || Dahmo

¿Qué pasó?

Faltaban 4 días para que Heechul y Felix regresen a Japón. Momo aún no sabía que hacer, no quería perder a sus amigas, no quería perder a Dahyun... por otro lado, si decidía quedarse en Corea perdería a Felix... era una situación muy confusa para la japonesa.

Lo bueno es que Momo ya estaba segura de algo: había decidido demandar a Heechul. Cuando le contó esa idea a Tzuyu, la taiwanesa se asustó, porque sabía con que clase de personas se juntaba Heechul, y temía que le hicieran algo a su mejor amiga, aunque obviamente, la apoyó.

•••

Dahyun necesitaba ayuda con un proyecto, la coreana no se había dado cuenta que la fecha de entrega era en dos días, solo tenía los materiales y el boceto. Llamó a Sana para que la ayudara, incluso a Tzuyu, pero ambas estaban ocupadas. Dahyun no tenía otra opción, no sabía a quien acudir; por eso, llamó a Momo.

Dahyun se dirigía al departamento de Momo, mientras se maldecía internamente, pensaba que era una estúpida por llamar a su ex novia. Habían miles de personas, pero ella decidió acudir a su ex novia, a la chica que tanto amaba y a la vez odiaba.

—Hola Dah- ¡Por Dios! ¿Que te pasó? —preguntó Momo al abrir su puerta—. Pasa...

—¡ESTOY DESESPERADA! ¡Tengo que acabar esto ahora! Lo debo entregar en dos días, esto es una tragedia, ayúdame por favor... —dijo Dahyun al borde del colapso.

—Tranquila, te ayudaré, soy experta en... espera, ¿qué haremos exactamente?

—¡Una maqueta de una casa!

—¿QUÉ?

—¿YA ENTIENDES POR QUE ESTOY PREOCUPADA? NECESITO AYUDA.

—Tranquila, en la secundaria era experta en esto. ¿De que tamaño debe ser y con que materiales?

—¿Tienes una caja de zapatos?

—¿Qué?

—¿Tienes o no? —preguntó Dahyun alterada.

—¡Calma mujer! Si tengo, ahora la traigo —dijo Momo—. Aquí está.

—Debe de ser de ese tamaño, solo podemos usar fósforos, cartón, un poco de madera, tijeras y goma.

—Wow... esto suena difícil, pero lo acabaremos rápido. Mejor empecemos de una vez —dijo la japonesa y ambas comenzaron.

•••

Habían pasado 4 horas, eran aproximadamente las 8 de la noche, la estructura ya estaba lista y solo faltaban algunos detalles.

—Estoy agotada —dijo Dahyun.

—Yo también, si quieres lo terminamos mañana —habló Momo—. ¿Tienes tiempo?

—Sí, gracias, en serio...

—Sabes perfectamente que haría cualquier cosa por ti —dijo la japonesa guiñando un ojo—. ¿Te quieres quedar a comer? Creo que pediré pizza.

—No, no quiero ser una molestia... Además, tienes que ver a Felix; por cierto, ¿dónde está?

—Heechul está con él, seguro ya están viniendo.