𝗘𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔 𝗝𝗨𝗩𝗘𝗡𝗧𝗨𝗗 messi, dibu

bienvenido al equipo

lionel se encaminaba hacia los vestuarios. otra vez quedándose dormido qué pedazo de tarado, pensaba. hacía minutos había llegado al predio, notablemente apurado, pero saludando a todo conocido que se cruzó por su camino.

lo cierto es que el jugador era muy querido por los encargados del establecimiento. el apellido messi comenzaba a resonar a medida que pasaban los días. no tardó en hacerse conocido en su entorno. aunque tal vez no eran solo sus regates, sino su forma de llegar tarde una y otra vez.

finalmente llegó al lugar, no quedaba nadie allí más que agüero, el kun para los amigos. el mismo se encontraba recostado contra un locker, cruzado de brazos. como sabiendo que lionel aparecería a esas horas.

──so' re tonto ──fueron las primeras palabras que salieron dirigidas hacia el goleador. ──apurate que ferraro me mandó a buscarte, que ya empezamo' y hay un jugador nuevo.

messi se cambiaba cuando la cabeza le hizo click al escuchar la palabra "nuevo".

──¿un jugador nuevo? ¿ahora recién? ──habían pasado un par de semanas desde que empezaron los entrenamientos, y lionel ya había leido la lista de convocados como ocho veces. ¿en qué momento agregaron uno más?

──sí, no sé qué corcho pasó que no podía venir de reino unido ──explicó. ──e' arquero del arsenal.

──ah, ¿ya se presentó? ──cuestionó, mientras se ataba los botines a la velocidad de la luz.

──no, le afané la mochila y le vi unos papeles, así supe que venía del arsenal. ──kun lo miró incrédulo. ──y sí, boludo, obvio que se presentó. dale apurate ──sentenció, acercándose a la puerta para dirigirse a la cancha.

──voy, voy ──terminó de hacerle un nudo y trotando se encaminó al lugar de encuentro.

así que había un nuevo arquero. y lionel no tardó en divisarlo entre sus compañeros. la altura que tenía era inhumana. se encontraba calentando todavía. todos trotaban, mientras messi se comía un reto de parte del director técnico. aunque más que un reto fue una advertencia, pancho le tenía mucho cariño a aquel pequeño.

sin mucho más que esperar, se unió al pelotón junto al kun. en poco tiempo quedó en frente de todos, y ahí fue el momento en el que el arquero misterioso notó su presencia.

el entrenamiento siguió como cualquier otro, hasta que luego de unos minutos, lionel estaba sediento. se echó una picada hasta las bancas y agarró una botella para beber. sintió como alguien lo seguía por detrás, para luego pararse a su lado e imitar su acción.

era el nuevo. y se veía mucho más alto ahora que lo tenía en frente suyo. tuvo que elevar su vista, solo para encontrarse con unos ojos que ya tenían la mirada clavada en él, mientras continuaba bebiendo agua.

──vo' so' el nuevo. ──señaló messi. el contrario soltó la botella y se devolvió a mirarlo.

──y vos el rosarino-español ¿o no? ──lionel se sorprendió al saber que aquel chico lo reconocía. ──tenés el acento bien marcado como para haber vivido tanto tiempo allá.

──y, qué sé yo, yo hablo así. ──messi no pudo evitar tomarselo mal. sobretodo por el tono que usó al comentar. sintió que se burló de su acento de provinciano.

el más alto le regaló una sonrisa, aunque no se veía genuina. había notado la molestia que le causó a lionel con su comentario, y le generó gracia.

──bueno, bien. qué importa tu acento igual, lo importante es que la rompes en el barça, ¿o no?

──no sé. eso dicen. ──messi odiaba jactarse del comentario ajeno. no se sentía digno de toda la admiración que recibía por su juego. bueno, no era que no se sentía digno, sino que le incomodaba demasiado. le costaba creérsela, y los cumplidos lo ponían nervioso. y tímido.

sin embargo, el contrario no tomó esto como un acto de tímidez, sino de soberbia. como si no le importara el hecho de que mitad de europa coreara su nombre. lo hizo hervir. de repente, frunció su ceño y volvió a beber de la botella de la banca. lo miró desde arriba con una pizca de desprecio, que messi logró entender a la perfección.

no podía creer que ni siquiera sabía su nombre y ya sentía que le caía mal.

──¿qué? ¿qué pasa? ──el más bajo volvió a hablar.

──nada. yo vengo del arsenal, emiliano me llamo. me dicen dibu también. ──comentó. aunque messi no le había preguntado, le había faltado presentarse con él.

──mirá vo'. ──intentó no sonar desinteresado. por ahí podía darle una oportunidad.

otra vez esa soberbia en su contestación. emiliano estaba malinterpretando todo. le deberían haber dado un manual antes de acercarse a aquel chico, que le explicara que lionel era torpe al relacionarse con gente nueva.

y bueno, emiliano no es que tuviera mucha paciencia que digamos. era muy calentón. no dudaba en saltar si algo le molestaba. y si le caías mal de entrada, era difícil que cambiara su percepción sobre vos. terco como una mula.

──¿no viste alguno de mis partidos? ──engreído, esta era la última prueba del arquero para el rosarino. si no la pasaba, le haría la cruz.

──eh, no. ni idea, ¿cuál e' tu apellido? ──y listo, fue la gota que rebalsó el vaso. a emiliano le salía humo de las orejas y la cara se le puso tan roja como la camiseta del arsenal.

──martínez. ──respondió, casi que rechinando los dientes. se le acercó aún más, si era posible. ──escuchame pib─

──¿qué hacen allá? ¿qué tanto hablan? ¡messi, martínez! ¡muévanse, por favor chicos! ──emiliano fue interrumpido. ferraro les llamó la atención a lo lejos, provocando que las miradas del resto del equipo se claven en aquel par peculiar.

martínez le dio una última mirada a messi, y no con muy buenas intenciones. mientras tanto, messi parecía no muy consciente de lo que había provocado en el arquero. de igual forma no era estúpido, sintió la mala onda que le tiró, y no le gustó nada desde un principio.

pero como siempre, las relaciones interpersonales no eran su prioridad, así que decidió no prestarle tanta atención. tenía que volver a su juego, concentrarse en la pelota. todo lo demás podía esperar.