𝗘𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔 𝗝𝗨𝗩𝗘𝗡𝗧𝗨𝗗 messi, dibu

messi, martínez

dos semanas desde la llegada de emiliano, un mes desde el comienzo de la temporada.

aquellos días habrían transcurrido con normalidad, si no fuera por las recientes situaciones cuestionables en los vestuarios, en las duchas, en el comedor, la cancha... se podrían seguir nombrando espacios los cuales lionel y emiliano tenían que compartir por ser compañeros de equipo. no obstante, las reglas de compañerismo tenían poco valor para el más alto cuando de messi se trataba.

le había agarrado bronca. y por sobre todo porque lionel no le pasaba ni la hora. porque siempre se salía con la suya.

el primer día lo dejó pasar. al cuarto, se dio cuenta de que a messi no podía importarle menos lo que le dijera. y al décimo día, no podía evitar cualquier comentario pesado que salía de su boca dirigida hacia el delantero.

según emiliano, era altanero. y la realidad es que messi se encargaba de ignorarlo exclusivamente a él.

pero si leo es un pan de dios. se había hartado de escuchar esa frase durante toda la semana.

──estuvo pesadito el entreamiento hoy. ──emiliano habló en voz alta. el equipo se encontraba, en su mayoría, en los comedores. los únicos restantes en el vestuario eran él y lionel. así que no desperdició ni un segundo y empezó con las suyas. ──y vos con tus piernitas me imagino que te tuviste que esforzar el doble.

messi cerró el locker con fuerza, mientras se ponía la camiseta.

──y qué sabrá' vo', si te la pasa' sentado en el arco. yo tengo que correr la cancha de punta a punta. ──fue la primera vez en la cantidad de peleitas que llevaban que messi le había contestado una oración de más de dos palabras. martínez festejaba internamente por haber logrado su cometido. hacerlo enojar.

se dio la vuelta y lo miró, mientras el más bajo continuaba cambiándose.

──y, yo hago el mismo calentamiento que todos, papito. te quiero ver atajando penales ──comentó, gracioso. messi había vuelto a ignorarlo.

──eu ──elevó la voz, mientras el nombrado intentaba abandonar los vestuarios. aún así, giró a verlo. ──a dónde vas, enano, es de mala educación dejar a uno hablando solo ──se levantó del banco, siguiéndolo con la mirada.

──no rompá' lo' huevo', emiliano. ──estrelló la puerta, retirándose del lugar. emiliano solo sonrió.

──¿qué onda ustede'? ¿por qué se boquean tanto? ──el kun cuestionaba a su amigo mientras se encontraban en las duchas. apenas habían salido y estaban afuera secándose.

──e' él, que e' un pesado de mierda. no sé qué le hice. ──messi comenzó a desquitarse con el otro, que lo miraba atónito.

──bueno, eh, hace dos semanas se conocen. dale una oportunidad ──le pegó con su hombro, a lo que messi le dedicó una mirada furiosa. ahí, el kun supo que no estaba jugando. ──¿cómo se las arreglaron para llevarse así en diez días? increíble lo suyo, muchachos.