──haceme el favor y dejame pasar, chichón de piso.
──¿qué culpa tengo yo de que sea' un poste de luz?
donde lionel y emiliano se conocen en la sub 20. y donde una rivalidad que parece nunca decrecer, se reduce a la nada misma luego de un par de encu...
aquella tarde-noche había sido inolvidable. emiliano y lionel se habían permitido sentir todo lo que se venían guardando, sus sentimientos mutuos. y aunque no fueron explícitos, y ni siquiera se pararon a hablarlo con palabras, ambos parecían tener bien en claro lo que estaba pasando.
ya era hora, pensaba martínez.
después de los acalorados besos, siguió una tímida merienda cargada de miradas cómplices y alguno que otro chiste de doble sentido por parte del arquero. messi todavía se inhibía al contestarle, y la mayoría de sus pensamientos acerca del menor no eran verbalizados. sentía que tal vez se estaba obsesionando más de lo debido y que en realidad martínez no lo sentía con la misma intensidad.
y messi tenía sus razones para pensarlo. no era la primera vez que a lionel le gustaba alguien. sin embargo, nunca le había pasado lo de ser correspondido. y por parte de su contrario, sabía que tenía una ex de hace apenas unos meses y que durante toda su adolescencia había estado acompañado por alguna chica. es decir, los días de emiliano siendo soltero eran casi nulos.
no obstante, mientras su arquero lo acompañaba a la parada, se repetía a sí mismo que si emiliano estaba actuando así con él, es porque algo obvio estaba pasando entre los dos.
──cuando llegues, me avisás ──la mano de martínez en su hombro lo sacó de su trance.
asintió rápidamente, mientras divisaba el bondi llegar.
──¿no', no' vemo' mañana? ──messi lo quizo saludar, pero sus palabras salieron más en forma de cuestionamiento que otra cosa.
──obvio.
el bondi frenó, abriendo sus puertas. la mirada de emiliano no abandonó ni un segundo los orbes del más bajo, quien poco a poco sentía su cara enrojecer.
lo quería despedir bien. tuvo un impulso muy fuerte de largarse a sus brazos y trepar hasta llegar a sus labios, para besarlo de manera dulce y sonreirle posteriormente.
mas no pudo, porque la insistente mirada del chófer y los nervios que lo invadían, le jugaron muy en contra.
lo único que atinó a hacer fue abrazar al menor de forma amistosa, el cual le correspondió algo confundido, al parecer esperando algo más.
hecho aquello, dio la vuelta y subió al transporte. apenas se sentó, miró por la ventanilla y allí seguía su tan amado arquero.
la cantidad de suspiros que dejó salir a lo largo del viaje, evidenciaban el creciente cariño instalándose en su pecho. era tan extraño el amor correspondido.
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una de las tantas cosas que emiliano se había enterado sobre messi el día anterior, fue su fecha de cumpleaños. faltaba menos de una semana para éste, así que el estrés de emiliano por no saber qué regalarle era cada vez mayor.
