públicamente suyo

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las semanas pasaron. el sudamericano estaba a la vuelta de la esquina y no podían tener distracciones.

pasando tiempo juntos, la relación entre los jovenes parecía haberse estancado. luego d aquella confesión impulsiva en los vestuarios, no hubo alguna declaración mucho más seria sobre el asunto.

claro estaba que los sentimientos eran más que mutuos. y que ambos ansiaban dar el próximo paso. sin embargo, lionel nunca lo había experimentado y no sabía cómo avanzar. asumir el compromiso le aterraba un poco.

y por parte de emiliano, nunca había aceptado tan rápido el estar enamorado de un chico. así que sus problemas respecto al closet lo aterraban. temía no poder darle a lionel la relación linda y acogedora que tal vez esperaba. tenía miedo de aclararle que deberían mantenerse en secreto.

claro, lo que martínez no estaba tomando en cuenta es que la pareja les había dado tiempo a sus compañeros de equipo para asimilar su reciente romance. y es que no podían ser más obvios. bastaron esas semanas para que la mayoría notara lo que pasaba entre ellos.

no eran solo las veces que llegaban y se iban juntos. eran los jueguitos que tenían en la cancha, las palabras que intercambiaban y las obvias miradas que se daban entre los dos. nadie señalaba nada en presencia del arquero, porque la última vez había reaccionado mal, pero todos lo sabían. eran mucho más que simples compañeros.

──che leo, ¿y el dibu? ──cuti se dirigió al delantero mientras entraban a la cancha. era de mañana y el entrenamiento estaba empezando.

──se quedó a dormir, amaneció con fiebre ──explicó, comenzando a estirar.

──hacele acordar que la semana que viene partimos a colombia ──recordó paredes. la otra semana empezaba el sudamericano y el hecho de estarse saltando entrenamienos a esa altura era peligroso.

──y bue, pero está enfermo boludo, ¿qué queré' que venga con cuarenta grados a entrenar? ──lo defendió, sacándole una sonrisa a los que se empezaban a sumar al círculo.

──ay, él lo defiende. seguro tiene treinta y siete punto cinco y es un exagerado ──licha comenzó a molestarlo, provocando que messi riera ante su comentario.

en el equipo, ya se habían normalizado las jodas de ese tipo a lionel y emiliano. sin embargo, los chicos sabían muy bien que al único que podían hacerle esos comentarios era al mayor, ya que el otro no era de reaccionar muy bien. como siempre, seguía siendo un calentón. y cuando lo recordaban, lionel negaba diciendo que era un chico muy dulce. pero claro, el único que conocía esa faceta de martínez era él.

──le voy a deci' que me estuvieron jodiendo ──amenazó aún riendo.

cuti y licha fingieron asustarse, comenzando a correr para finalmente continuar trotando.

a leo le alegraba que sus compañeros se lo hubieran tomado de buena forma. por lo menos los más cercanos, quienes sabían que la joda no era tan joda y estaba más cerca de ser una realidad más que otra cosa.
eso sí, hubieron algunos no convencidos con que dos compañeros de equipo estuvieran en algo. y un par se justificaron diciendo que eso afectaría el curso del equipo y era posible que comenzaran a tener irregularidades en la cancha debido a temas personales.

si bien era cierto y era un tanto riesgoso convivir en el mismo equipo con tu pareja, no era algo imposible si lo hacían funcionar. además, lionel sospechaba que era más homofobia que otra cosa. no obstante, no se puso a discutirlo con ellos. lo que menos quería era que la situación generara problemas.

la mañana terminó rápidamente. apenas salió del predio se dirigió a una tienda de empanadas. iba decidido a comprar unas buenas empanadas árabes para llevarle al arquero, y almorzarían juntos en su casa.

𝗘𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔 𝗝𝗨𝗩𝗘𝗡𝗧𝗨𝗗 messi, dibuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora