Aurora es mi vecina, ella está "felizmente casada" con un exitoso abogado. Siempre nos reunimos los viernes para platicar y rato y tomarnos un café esta vez no fue la excepción. Ella me contaba que hacia meses que no tenía intimidad con su marido y que realmente le urgía estar con el.
Me contó algunas cosas que hacia para excitarlo , se acostaba completamente desnuda, le dejaba su ropa interior húmeda en su abrigo y nada funcionaba hasta llegó a pensar que ya no era atractiva.
Le propuse ir de compras, fuimos a varias tiendas de lencería erótica y a unas cuantas sex shops. Compramos algunos conjuntos y regresamos a casa para probarlos.
Subimos a mi cuarto y yo entre primero al baño para cambiarme cuando salí ella se me quedo viendo totalmente asombrada, no dejaba de mirar mis tetas.
-Aurora es tu turno te toca probarte uno, ya me di cuenta que el que me puse te encantó le dije con una mirada pícara.
-si, si ya voy.
Se tardó un nos cuántos segundos y volvió con un conjunto negro de encaje, traía un ligero que la hacia verse realmente sexy. Me quedé observándola unos cuantos segundos hasta que ella me habló.
-oye tal vez está pregunta te parecerá estúpida pero me podrías enseñar cómo utilizar los juguetes que compramos, si no quieres está bien no quiero hacerte sentir incómoda.
-No te preocupes, es totalmente normal.
Comenzamos a abrir los juguetes, el primero era un dildo de goma transparente. Lo unte con un poco de lubricante y lo pegue a una de las paredes le expliqué que con ese ni siquiera ocuparía a su marido para darse placer. Ella se acercó al dildo y lo introdujo poco a poco en su vagina se dió unas cuantas estocadas a si misma mientras que se tocaba los pezones. Yo la miraba y estaba mas que excitada.
Poco a poco fue aumentando el ritmo y comenzó a gemir de placer. Ya no aguante más y me alcance a besarle esas hermosas tetas que tiene, sorprendió al principio pero no me aparto, continué lamiendo y succionando sus ricos pezones. Me acerco todo lo que pudo a sus tetas tan deliciosas y poco a poco me llevo a la cama, me separé de ella y comencé a besarla con mucho deseo, le fui quitando el ligero con los dientes, ella solo disfrutaba mientras recorría su cuerpo con mi boca. Me encantaba.
Ella tomó de nuevo mis labios entre los suyos, fue bajando hasta llegar a mi mi coño que ya estaba chorreante ya no aguantaba mas. Lamió tímidamente y solté un gemido agudo volvió a hacer lo mismo una y otra vez hasta que no aguante más y estalle en un maravilloso orgasmo.
No me di cuenta en qué momento pero ella se acomodo entre mis piernas para hacer unas ricas y deliciosas tijeras, juntamos nuestros coños una y otra vez hasta que ya no podíamos con tanta excitación y las dos nos corrimos fuertemente.
Desde entonces nos reunimos cada viernes o cuando tenemos ganas de coger nos encerramos por horas en mi cuarto.
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Gracias por leer espero les guste.
