75 [ Kim Do Ki (Lee Je Hoon) | Taxi Driver ] TW.

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21:15 PM.

Seoul Main Library.

Solté un suspiro tembloroso luego de darle fin al horario de apertura de la biblioteca que era dirigida por la madre de mi compañera de habitación, pero que el día de hoy yo me encontraba cuidando, por meros asuntos de salud de la misma.

Caminé a pasos rápidos dirigiéndome hacia la autopista, sintiendo como mis piernas desnudas se empezaban a sentir frías debido al frío que últimamente dominaba las calles de la ciudad y del cuál yo, vistiendo tan solo una falda púrpura de tela hilo junto con una blusa manga larga blanca y un cárdigan beige, probablemente estaba más expuesta a contraer un resfriado, ya que a estas horas hacía más frío de lo que estaba haciendo ya.

Y es que, si bien había notado la ola de frío, no había reparado en elegir un atuendo adecuado para el mismo, ya que no tenía manera de prevenir que iba a llegar al punto de casi nevar.

Agarrando con fuerza la mochila que cargaba de mi brazo derecho, me senté en una de las sillas de la parada de autobuses y saqué mi teléfono, si bien llevaba más de seis meses viviendo en Corea del Sur, mi alarma latinoamericana no paraba de activarse cada vez que sacaba mi teléfono en la calle, aún sabiendo que estaba en uno de los países más seguros del mundo.

Abrí la aplicación de servicio de taxi, que valga la redundancia, estaba al servicio las 24 horas y después de dar las indicaciones de mi lugar de residencia, esperé a que mi solicitud fuese aceptada.

Segundos después la pantalla de mi teléfono se iluminó dejando ver qué había sido aceptada por dos personas.

Me decidí por escoger la primera opción, ya que al leer las indicaciones éste se encontraba mucho más cerca del lugar donde estaba y por lo tanto, llegaría más rápido a casa. Y además, se ajustaba a la perfección a mi precio indicado.

También existía una aplicación para pedir autos de lujo, pero esa era para gente que tenía muchísimo más dinero, tanto como para comprar la biblioteca en dónde estaba trabajando hoy y eso era lo que justamente no tenía yo, dinero y menos en exceso.

Segundos después ví llegar un auto y al leer las placas, coincidía con las placas de auto que se encontraba en la foto de referencia en la aplicación, y luego de abrir la puerta me subí con delicadeza a la parte trasera del auto, en dónde apenas entré, mi corazón empezó a latir desenfrenado y una sensación de acidez se apoderó de la boca de mi estómago impidiendo que soltara el saludo que por educación, siempre decía antes de subir a un auto.

Mi cuerpo reaccionó por si solo cuándo el conductor del auto, sin repararse en saludar, le colocó seguro al auto y emprendió camino. Tomé mi mochila y la apreté contra mi pecho, mientras volvía a tomar mi teléfono y lo colocaba a mi derecha, lejos de la vista del conductor. Con los nervios a flor de piel abrí el perfil de kakao de mi novio.

A-Amor.
21:28 PM.
Enviado.

Mi respiración estaba empezando a entrecortarse, si bien no había pasado absolutamente nada, mi lado más paranoico se había puesto a recordar todos los casos que en mi país y en países aledaños al mismo habían sucedido cuando cogían algún taxi, Uber o InDriver por las redes sociales.

Estaba dividida.

Un lado me decía: “¡Confía! Estás en uno de los países más seguros del mundo, hay un 0,1% de probabilidad de que tú tengas tanta mala suerte como para que te pase algo en un país denominado de esa manera”

Y el otro me decía: “Ponte a pensar, acá son muy educados, medio abres la puerta del auto y de una te debía hacer saludado, ¿No ves que no te dió ni tiempo de acomodarte al entrar? ¡Eso es una red flag! ¡Reacciona!, tu sentido del peligro nunca te traiciona, ¿Porqué crees que estás tan nerviosa? ¡Reacciona idiota!”

Mi corazón pareció aliviarse un poco cuando logré encontrar aquel botón con el cuál podría mandarle mi ubicación en tiempo real a mi novio,
esperaba que el internet no me fallara en éste momento.

Estás compartiendo tu ubicación en tiempo real con “Do-ki 💜” durante una hora, toca para cancelar.
21:30 PM.
Enviado.

Ni loca lo cancelaría, por algo se la mandé.

Ok, no te dejes dominar por tu rara manera de manejar los nervios.

En ocasiones, al estar nerviosa, solía responder con sarcasmo a la mayoría de lo que se me está diciendo en el momento, no sabía de dónde mi mente sacaba una respuesta sarcástica para cada palabra que me dijeran pero así funcionaba.

“Disculpe señorita, no es coreana, ¿Verdad?” Casi suelto mi teléfono ante el sobresalto que recorrió mi cuerpo cuando escuché la voz de aquel hombre, que me miraba con los ojos abiertos de una manera exagerada y sonreía de oreja a oreja, mientras me miraba de vez en cuando por el retrovisor frente a él.

“Si, no soy coreana” Afirmé en su dirección, apretando con más fuerza mi mochila contra mi pecho. Pude notar como la mirada de aquel hombre bajó sin disimulo hasta mis muslos desnudos, y con una fingida preocupación habló luego de detenerse en el semáforo.

“¿Tienes frío? Déjame bajar el aire, ¡Ya está!” A velocidad de rayo y exceso de confianza quitó mi mochila de mis muslos para luego colocarla a mi lado. Por inercia, mis manos taparon mis muslos y moví mi cárdigan buscando taparlos.

Supe que tenía razón en todo cuándo el señor dijo algo que me dejó los pelos de punta.

“He de decir que siempre he tenido el pensamiento de que las occidentales tienen muslos muy bonitos y ni hablar de su color, pero hoy lo confirmé con usted” Y sonrió, mientras aprovechaba para ver a cada rato mis muslos.

Dios, en que me metí.

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⏰ Last updated: Feb 07, 2023 ⏰

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𝑲-𝑰𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒔 • 𝑨𝒄𝒕𝒐𝒓 & 𝑰𝒅𝒐𝒍𝒔.. [ Pedidos Cerrados ✍ ]Where stories live. Discover now