𝑲-𝑰𝒎𝒂𝒈𝒊𝒏𝒂𝒔 • 𝑨𝒄𝒕𝒐𝒓 & 𝑰𝒅𝒐𝒍𝒔.. [ Pedidos Cerrados ✍ ]

58 [ Yoon Shi Yoon +18 ]

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Pedido por AKRP_Aroha💖.

Aylen corrió con emoción hacia la puerta cuando sintió unos pasos caminar entrar por ella. Con una sonrisa salió en dirección a la sala de estar, encontrándose así con su pareja.

Shi Yoon estaba parado frente a ella deshaciéndose de su incómoda ropa, desabotonó los molestos botones en sus mangas y se jaló con cansancio la corbata. Volteando se al notar como detrás de él se encontraba su novia esperándolo.

Cuando su mirada conectó con la de la chica, el corazón de la baja dió un vuelco, su mirada lo demostraba todo, sus pupilas dejaban notar un tono más oscuro de lo normal en ellas, al igual que un brillo característico que hizo que las piernas de Aylen temblaran como gelatina.

Poco a poco se fue acercando a la menor acortando el escaso espacio que los separaba, y cuando estuvo lo suficientemente cerca de ella la sostuvo por la cintura y la volteó con velocidad, dirigiéndose con la misma hasta el sofá, exactamente en uno de los reposabrazos donde la recostó dejando así la parte superior de su cuerpo sobre el sofá y la inferior a su merced.

— Cariño... — Susurró colocando está vez sus manos en su cinturón quitandolo con agilidad al igual que su camisa. Se deshizo rápidamente de la ropa que cubría la parte inferior del cuerpo de su novia dejándola desnuda, mordió su labio al notar lo mojada que se encontraba ésta. — Tan mojada... — Sus palabras hacían temblar cada vez más a Aylen, la cuál no tenía palabras para expresar lo que sentía en ese momento o lo que pasaba por su cabeza, estaba sorprendida por la repentina actitud de su pareja.

El mayor sacó su apretada masculinidad de sus pantalones y la dirigió a la entrada de la menor, penetrándola de golpe logrando que ésta soltara un pequeño suspiro de placer, que con el pasar de los minutos se fue convirtiendo en fuertes gemidos, acompañados del sonido que emitían sus pieles al chocar. 

— Demonios... — Susurraron ambos al unísono, sintiendo como poco a poco el cosquilleo del orgasmo llegaba a sus cuerpos, llegando primero ella y después él, quién la abrazó hasta quedar sentados en el sofá.

— ¿Estás bien? — Susurró luego de unos segundos de silencio, sintió como la menor asentía y sonrió, acariciando con suavidad el cabello de ésta.

— ¿Cómo te fue hoy? — Levantó la mirada colocando su cabeza en el hombro de éste, quién sonrió al verla, por tercera vez.

— El día estuvo muy cargado — Cerró los ojos sintiendo como su novia acariciaba su cabello, le gustaba y mucho a estar así con ella. Sintiendo que nadie podía sacarlos de esa burbuja donde solo existían ellos dos.

En ese mundo donde podían pasar de ser pervertidos a ser amorosos el uno con el otro, sin incomodidad alguna.

Amándose y apoyándose en todo momento, sacándose sonrisas en los peores y mejores momentos.

Para ellos era todo perfecto, y no querían que nada cambiara.

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