Capitlo 2: Una Mujer Libre De Pecado. Parte 1

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Estaba caminado con Aarón mientras hablábamos de cosas relacionadas a ese mundo, le dije a Aarón que soy algo parecido a un Dios pero que no lo era. Se lo había dicho para que no me hiciera preguntas más adelante.

Al decirle que no era un dios si no algo parecido, me pregunto si era un semi-Dios.

—Si no eres un Dios, entonces eres hijo de un dios y un mortal... un semi-Dios.

—¿Que son los semi-dioses?. Pregunté.

—Los llamados 'semi-dioses' son los hijos que nacen de la relación entre dioses y mortales, no poseen tanta divinidad como los dioses pero aún así son fuertes, se podría decir que son mitad dioses y mitad humanos.

Aarón me habló de mucho semidioses que el había oído hablar tales como Hércules, Perseo, Aquiles entre muchos muchos otros.

Los dioses se relacionaban sexualmente con los mortales en muchísimas ocasiones, Zeus tiene más hijos semidiós y era muy infiel a su esposa, la diosa Hera, tanto Hércules y perseo como muchos otros son hijos del rey de los dioses.

Caminado por un camino lleno de árboles y flores, nos encontramos con dos hombres, vestían una armadura con cascos y espada.

Me miraron a mi quien era el que parecía más sospechoso por tener mi rostro cubierto por mi capucha blanca.

Los dos hombres quienes al parecer eran soldados se nos acercaron.

—Oye tú el de la capucha. Dijo señalando con un dedo el soldado A.

—Déjanos ver tu rostro. Dijo el Soldado B.

Aarón habló por mi. —Amables soldados, mi amigo es muy tímido y por eso cubre su rostro, les aseguro que el no es una persona mala o peligrosa.

Los dos soldados desenfundaron sus espadas.

—¿Acaso nos estás diciendo cómo juzgar?. Dijo el soldado A

—N-no, no era lo que dije.

Toque a Aarón por el hombre, diciendo que yo me encargaría del asunto. Me acerqué a los dos soldados, estos estaban alerta por si yo intentara algo malo.

—Tal como usted dijo, me quitaré mi capucha. Dije.

Al momento de quitármela, los dos soldados vieron directamente a mis ojos. Mis ojos, que son azules como lapislázuli dejo hipnotizado a los dos soldados. Después de mis ojos se enfocaron en todo mi rostro y eso fue lo que detonó la administración de ellos hacia mi.

—Por los dioses, ¿cómo puede haber un hombre tan hermoso como tú?. Dijo el soldado A.

—Supongo que ahora que les mostré mi rostro no ahí nada malo en que nos dejen ir verdad.

Mientras hablaba mire a los soldados con mis ojos directamente a los suyos, eso hacía que ellos quedaran en un estado temporalmente de obediencia.

Los soldados tenían los ojos deslumbrados ante mi, con solo una orden que les di, nos dejaron pasar.

—Claro hermoso hombre, pueden pasar. Dijo el soldado A.

Seguimos nuestro camino, mientras me cubría el rostro con la capucha, le pregunté a Aarón sobre la estricta seguridad en ese reino.

—Los soldados de este reino son muy precavidos, la seguridad es muy estricta aún para un viajero.

—Eso es debido a que en unos días se celebrará la fiesta del fin de año y el rey Bemus siempre realiza una fiesta enorme para dar la bienvenida al nuevo año.

Lucifer Entre Los Olímpicos Where stories live. Discover now