Lucifer Entre Los Olímpicos

Volumen 2: Capítulo 29: Asciende Leviathan

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Unos días pasaron después de los acontecimientos con los hijos de la hidra.

Asbeel se recuperó bastante rápido y logramos terminar de alistarnos para seguir nuestro viaje hacia Athenas.

Ya fuera del palacio, Asbeel estaba con Selena, ambos entre los brazos del otro.

—Cuando termine este viaje vendré por ti, espérame por favors. Susurró Asbeel.

—Te esperé, y rezaré por que regresas sano y salvo.

Después de un apasionado beso nos subimos en un barco que nos proporcionó el rey de Rodas.

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Ya en alta mar, Asbeel no quitaba su mirada del sur, donde estaba la isla de Rodas.

*toco su hombro*. —No te preocupes Asbeel, este viaje terminará cuando Adara esté de regreso.

—Yo siempre de seguiré portador de luz, ya que esa es mi voluntad, pero por un instante, casi te dejo a ti al paraíso y a nuestro padre por ella, y ahora que está lejos siento arrepentimiento.

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Mientras nos dirigíamos a Athena's, primero teníamos que pasar por el archipiélago del dodecaneso, lugar donde moran criaturas acuáticas salvajes.

—Tenemos que estar alerta una vez entremos al archipiélago, bestias más aterradoras que los hijos de la hidra estarán esperándonos. Dijo el capitán.

Cuando por fin entramos al archipiélago, lo primero que notamos fue un terrorífico silencio, las aguas estaban muy calmadas sin señales de agitación.

—Esto es extraño. Dijo Aarón.

—¿Por qué lo dices?.

—El archipiélago es conocido por sus bestias marinas y fuertes aguas inquietas, esto es muy extraño, las aguas están muy calmadas.

El barco siguió su rumbo mientras estábamos en alerta siempre.

—¡Se ve a una persona en el agua!. Gritó un marinero.

Cuando nos acercamos a ver a la persona, vimos a una mujer muy hermosa, estaba desnuda y herida en un brazo.

—Ayúdenme por favor.

Los demás la ayudaron sin dudarlo, lanzaron una soga y la ayudaron a subir, Aarón como buena persona buscó unos trapos para cubrir a la mujer.

—Muchas gracias. Dijo la mujer.

Me acerqué a ella y le pregunté. —¿Cómo termínate así en medio del mar?

—Estaba en un barco de camino a Athena's cuando unas sirenas nos atacaron, logre sobrevivir gracias a los dioses y al gran Poseidon.

Miren con mis ojos espirituales la esencia de esa mujer, y vi algo diferente.

—Ya veo, ummm.

Gire tocando mi barbilla para tomar a la chica por el cuello y lanzarla lejos en el mar.

Los marinero me gritaban loco por hacer semejante acto contra esa mujer de belleza