Sour and Sweet ᵏⁿᵒʷᵐⁱⁿ

❝ 1O ❞

Domingo 07 de febrero.

—Creo que si yo fuera un animal seria un gato, ellos son muy independientes ¿Sabes? O sea, viven de su humano, pero se hacen desear, siempre es la persona quien lo busca mientras el gato mira como "Oye soy superior que tú y me debes de venerar... Idiota."

SeungMin divagaba mucho y MinHo se dio cuenta de eso.

Pero ahora mismo el Delta pensaba que si le dieran a elegir a ser un animal tal vez sería un ave, no importaba cual, pero pensaba que estar por los aires se sentiría bien. Por otro lado no mencionó nada ante las palabras del omega, pues era consciente de que podía llegar a decir algo para desviarlo de su punto inicial y si pasaba eso, no haría que se callara jamás.

No quería oírlo, más tampoco le silenciaba ese pico parlanchín.

Sin voltear a ver al menor, siguió con lo suyo, tomando un tazón de la alacena para después verter cereal y de ahí la leche. Justo cuando se iba a sentar, la voz de SeungMin volvió a cruzarse por sus oídos, parpadeo despistado.

—¿Tú que crees, MinHo?

El azabache detuvo su muñeca que giraba la cuchara con desinterés, y volteo a ver al rubio quien esperaba una respuesta atento. Reposando ambas manos en la isla de la cocina se le quedó observando con una expresión neutra y cansina.

Tenía dos opciones; decir algo al azar y quedar en ridículo, ó ser sincero y decir que no le presto en absoluto atención. No quería ser descortés, pero es que tampoco sabía a qué o cómo responder, así que siendo lo más educado que su cerebro adormilado pudo filtrar, murmuró:

—No te preste atención en nada de lo que has dicho.

Al contrario de gritar ofendido como imagino que haría, el rubio con pijama azul de pollitos jugó con sus dedos y negó agachando la mirada.

—Está bien, supongo —SeungMin, al no oír alguna respuesta, conecto su mirada con la del Delta y sonrió incómodo—. Sólo debes de tener más cuidado– agregó.

MinHo alzó sus hombros con desinterés.

—¿Por qué lo tendría? No me importas demasiado —quito importancia, bufando realmente cansado—. Dime Min ¿Tienes algo en contra del silencio?

—Hey, no tienes que ser tan grosero —se quejo.

—Me despertaste a las cinco en punto porque dijiste que sucedió algo terrible, y resulta que era sobre tu bendito drama que ves, ¿Yo que culpa tenía? Hoy es domingo.

El rubio hizo un puchero.

—Vi un póster en tu habitación que decía "Red Lights" entonces creí que se refería al drama que yo estaba viendo —MinHo arqueo una ceja inquisitivo—.¿Estás enfadado?

-¿Enfadado yo? ¿En qué te basas? —se levantó y tomó su cuenco con cereal, ya lucia aguado así que dudo si llevárselo a la habitación o no—. Para la otra pregunta Kim, nadie se muere por preguntar, y por favor —le miró cansado—. No entres a mi habitación y a ningún otro lugar que no sea el cuarto donde vas a dormir, no te des derechos en mi departamento.

—Lo siento.

—Descuida, yo lo siento más.

Cinco minutos después MinHo salió de su habitación con dos barras de su chocolate favorito en mano, porque no podía tolerar el aroma del omega siendo amargo regado por toda la casa.

Lo encontró acurrucado en la esquina del sofá en el reposa brazos y no dudo en sentarse en el otro extremo.

—Me preguntaba de dónde venía ese olor a rancio... —murmuró, el omega le miró con el ceño fruncido, ofendido—. Y luego me di cuenta de que eras tú.

—Eres cruel.

—No me gusta que me despierten temprano los fines de semana porque son los únicos días donde no me agobio con deberes... —suspiro derrotado—, pero tu no sabías eso.

SeungMin se enderezó y le apuntó, siendo aterradoramente adorable.

—Me debes una disculpa entonces.

MinHo negó con orgullo y tomó el dedo que le apuntaba entre su mano, tirando de la manito de SeungMin para extenderla y poner un chocolate.

—Puede que mi percepción haya cambiando, pero no el hecho de que estoy en lo cierto, ahora déjame dormir bebé tutifruti.

Y sí, llevaba dos chocolates, pero su egoísta corazón sólo le permitió darle uno a SeungMin.

—Gracias, Honnie.

—Tú cara me asusta.

—Solo estoy sonriendo porque me has dado algo.

—No lo hagas, no es importante.

—Aigo~ —SeungMin le pico el hoyuelo que hizo MinHo ante su mueca—. Eres todo un tsundere, Hyung.

—¡Me voy!