❝ Lee MinHo es un Delta aislado socialmente que tiene buenas notas; gracias a su perfecta conducta escolar, es elegido para recibir en su casa a uno de los nuevos estudiantes de intercambio.
Kim SeungMin es el chico, un omega parlanchin, con un arom...
MinHo acarició el cabello del omega cuando lo escuchó quejarse entre sueños, al ver que comenzaba a llorar rápidamente lo sacudió leve para despertarlo. SeungMin parpadeo desorientado mirando a su al rededor, notando que todavía estaban en el tren.
—¿Cuánto dormí?
—¿Qué soñaste?
Preguntaron ambos al unísono, el omega suspiro revisando en su celular que apenas habían transcurrido cuarenta minutos.
—Parecía una pesadilla...
—Eso lo sé, por eso te desperté —dijo mirándole en espera.
El rubio se tallo los ojos bostezando y se acomodo recargando su cabeza en el hombro del azabache mientras cerraba los ojos y no en la ventanilla como anteriormente se encontraba.
—Soñé con mi padre —guardo silencio un momento—. Aún no digiero la noticia.
—No lo haces porque ni siquiera te estás permitiendo vivir un duelo. Estás regresando a Seúl conmigo cuando debiste quedarte con tu familia y... Llorarle a tu padre hasta que estés completamente agotado.
SeungMin abrió lentamente sus ojos ante las palabras de MinHo, su omega se manifestó leve haciendo destellar sus iris en azul.
—No tiene sentido que me quede allá, los muertos viven en el pasado, no en mi futuro —recitó parte de las palabras que había escuchado de aquel alfa el día anterior en el juicio.
El Delta en sus adentros sintió un pesar enorme al caer en cuenta de ello.
—Te equivocas, una persona que fallece no vivirá en el pasado si existe alguien que lo ama lo suficiente para llevarlo dentro suyo y recordarlo todos los días. Es tu padre SeungMin, y no puedes regresar a la ciudad y decidir que ya no te dolerá y continuarás como si nada hubiera sucedido.
El menor se limpio sus mejillas húmedas y MinHo se removió incómodo al verlo llorar de nuevo, no sabía que nivel de confianza podía tener con él, por eso algo dudoso se removió para liberar su brazo izquierdo y poder pasarlo por encima de los hombros de SeungMin en un intento de abrazo.
—Puedo permitir que llores todo lo que quieras, más no que intentes hacerlo solo o no hacerlo para aparentar ser fuerte.
SeungMin sorbió su nariz y sonrió un poquito al escuchar al Delta.
—¿Tú si eres fuerte? —cuestionó. MinHo ajusto un poco más su abrazo y negó recargando su cabeza encima de la del omega.
—No lo suficiente —susurro para que su voz no mostrará el nudo en la garganta que tenía.
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SeungMin se quedó sentando cuidando la pequeña maleta de MinHo mientras este mismo estaba buscando un taxi para ir al departamento. No se había movido ni un centímetro después de haber recibido el mensaje de Felix, quien llegaría pronto para verlo ahí. Y su amigo peli azul no mintió, a los cinco minutos ya estaba ahí enfrente del rubio. Tal vez andaba cerca.
