Invierno; demasiado frío, demasiada nieve, demasiado café.
El pelirosa que entró a "Honey Tea"; demasiado guapo, demasiado reservado, demasiado interesante.
Demasiado en todos los sentidos para Beomgyu, un simple camarero en aquel establecimiento qu...
Mentiría si dijera que Beomgyu dejo de llorar al cabo de uno minutos. Le llevo tiempo recuperarse. Se sentía decepcionado de si mismo, ¿gritarle a un cliente por seis monedas?, después, ya con la cabeza fría, se dio cuenta de que había sido una completa estupidez.
Soobin estaba muy confundido, aún no entendía que había pasado exactamente. Sentó a Beomgyu en el sofá y cuando se calmo lo suficiente, fue a la cocina para prepararle una bebida caliente.
- ¿Ya estas mejor?
- Si, eso creo.
Soobin paso uno de sus brazos por detrás de sus hombros para tratar de reconfortarlo - ¿Quieres decirme que sucedió?
Beomgyu comenzó la historia desde que Yeonjun apareció en la cafetería, se sentía raro saber su nombre, en verdad deseaba haberlo descubierto en mejores circunstancias. Cuando llego a la parte donde su rabieta apareció, Soobin estaba igual de impactado que el resto.
- Se que no eres de molestarte seguido, en realidad...nunca te he visto verdaderamente enojado - aclaro - pero ese chico parece ser muy irritante, perdona que te lo diga pero...no se como no le gritaste antes.
Beomgyu soltó una pequeña risita - Jeongin quería hacerlo desde el primer día, pero yo le dije que él era un cliente como cualquier otro y no podíamos hacer eso.
- Hay demasiada bondad en tu corazón, Gyu - lo abrazo - No tienes que sentirte mal por lo que paso, es decir, ese tal Yeonjun también fue muy grosero contigo. Eres la persona más amable y dulce que he conocido en toda mi vida, pero eso no quiere decir que tienes prohibido molestarte. Hoy solo fue un mal día, verás que mañana todo estará mejor.
- Gracias - fue todo lo que Beomgyu pudo decir porque Soobin tenía toda la razón, pero ya no quería llorar.
- Vamos a comer algo, eso te alegrara - de sus mejillas borro los últimos rastros de lágrimas que quedaban - Cuando llegaste estaba preparando una receta que encontré en internet...creo que huele raro pero tiene buen aspecto - rio.
Beomgyu asintió, después de todo descubrió que tenía un poco de hambre - Gracias...otra vez. Eres el mejor amigo del mundo.
- No puedes retractarte - Soobin amplio su sonrisa - Se lo restregaré en la cara a Taehyun la próxima vez que lo vea, se pondrá muy celoso - Beomgyu volvió a reírse - De todos modos, el mejor amigo del mundo eres tú - lo levanto del sillón - Ya, vamos, enserio muero de hambre.
Ambos caminaron hasta la cocina. Efectivamente, la comida olía muy raro pero, luego de probar descubrieron que todo sabía delicioso.
El resto de la tarde siguieron hablando como si nada hubiera pasado.
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Esa noche, a pesar del inmenso frío, Beomgyu abrió la ventana de su habitación para contemplar la luna, necesitaba despejar su mente así que paso un rato con la vista perdida en el cielo. La calle estaba vacía, pero en el piso de enfrente se escuchaba como si dos personas estuvieran discutiendo, tal vez no era el único que pasaba por un mal día.
Poco después, el frío fue demasiado como para poder soportarlo así que cerro la ventana y camino hasta la mesita al lado de su cama, al ver su teléfono el reloj marcaba 08:34 pm, aún era temprano pero se sentía bastante cansado, por lo menos mentalmente. Se recostó y se abrigó hasta los hombros, dispuesto a dormir. Mientras más pronto se terminara ese día, mejor.
Sin embargo, sus pensamientos no le dejaba conciliar el sueño.
No dejaba de pensar que aquella discusión había sido de dos. ¿Yeonjun también tendría problemas para dormir?, ¿Él también habría llorado hasta que le ardieran los ojos?, ¿Se sentía igual de mal?
Beomgyu quería verlo de nuevo para pedirle una disculpa.
¿Por qué quería verlo?, ¿No era mejor para ambos que se esfumara por completo?
Yeonjun era arrogante y grosero. Tal vez no merecía una disculpa.
Tal vez estaba durmiendo muy cómodo y sin remordimientos, porque él no había llorado toda la tarde, él no se sentía mal.
Cuando Beomgyu encontró estas respuestas, una pregunta más apareció.
¿Por qué le seguía importando Yeonjun?
Y otra más.
¿Por qué no podía sacarlo de su mente, ahora que había razones más fuertes para hacerlo?
Luego de varias horas peleando consigo mismo, por fin obtuvo una tregua y pudo cerrar sus ojos ya entrada la madrugada.
Desafortunadamente, el sueño continuaba atormentándolo.
• • •
Su vida no volvería a ser la misma desde esa noche.
