milk coffee | yeongyu

feelings!

10 años antes:

El pequeño pueblo donde Yeonjun creció, era conocido por se uno de los más tranquilos y acogedores. La población, los empleos e incluso las cosas que hacer, escaseaban. De modo que todos ahí se conocían. 

Kim Dahyun era hija de la modista y el ministro local.
A temprana edad se convirtió en la niña más linda y carismática del lugar, así que todos querían ser sus amigos.
Cuando creció, esto no cambio mucho, excepto porque tenía muchos pretendientes. Sin embargo, a ella solo le importaba un chico: Choi Yeonjun, hijo de los vinicultores.

A diferencia de Dahyun, Yeonjun era distante, solo jugaba con su hermano y el primogénito de los Huening. Pero cuando lograron ser amigos, supo que no tardaría mucho en enamorarse perdidamente de él.

Y así lo hizo, desde los 9 años.

Nadie entendía porque Dahyun lo quería tanto, cuando había chicos de mejor posición social o más atractivos. Todos decían que Yeonjun era demasiado afortunado. Aunque él nunca estuvo seguro de eso. Hasta tiempo después.

Comenzaron a convivir a diario, caminar juntos a la escuela, salir a pasear, visitar a sus familias. Se volvieron cercanos. Más de lo que habrían podido imaginar.
Entonces, ambos sabían lo que iba a pasar.

Cuando Yeonjun cumplió 16 años, sus padres le hicieron una pequeña fiesta. Fue poco, pero se sintió como mucho. Dahyun le compro una chaqueta y le pidió que siempre que la usara se acordara de ella. Yeonjun le prometió aquello y desde ese día se convirtió en su prenda favorita, en cada una de sus citas la llevaba puesta. Se volvió especial. Entonces, hizo otra promesa; tendría que regalarle a Dahyun un regalo igual de significativo en su cumpleaños.
Durante meses buscó y buscó que obsequió podría gustarle. Ella lo tenía prácticamente todo, así que era difícil.

Cuando el 28 de mayo llegó, estaba seguro de que lo había conseguido.

Pero, una vez más la diferencia se hizo notar entre ellos, pues la fiesta de "dulces 16" de Dahyun se había celebrado a lo grande. Estaban todos sus amigos, familiares y conocidos de su padre, gente muy importante.
Al ver tantos regalos y la sonrisa de Dahyun cada que recibía uno, Yeonjun se sintió avergonzado por la diminuta caja que él llevaba.

Cuando todos estaban bailando o charlando, pudo tomarla de la mano y llevarla al gran patio de su casa, donde no había nadie y el ruido de la música a penas se escuchaba.

Yeonjun estaba nervioso, nunca había esperado tanto la reacción de una persona.
Al estar frente a frente, no pudo evitar decirle lo linda que se veía con ese vestido color azul cielo, ella rio y sus mejillas se sonrojaron.
Le entregó la cajita y Dahyun la abrió con entusiasmo, ni todos los regalos del mundo la habrían hecho tan feliz. Entre sus manos tenía un collar con su nombre, hecho por el propio Yeonjun.

Él le puso el collar en su cuello y después, con palabras entrecortadas, le pregunto si quería ser su novia. A lo que Dahyun acepto, con lágrimas en sus ojos.

Esa tarde compartieron su primer beso y comenzó lo que creyeron, sería un cuento de hadas.

Paseos al lago, caminatas por la pradera contemplando el atardecer, citas en la feria estatal, viajes a la ciudad, navidades y fiestas.
Ya no importaban las razones, ahora tenían cientos de excusas para gritarle al mundo que se amaban.

Eran el uno para el otro.

Sus familias y amigos estaban felices al ver todo el amor que compartían, pero nada se podía comparar con lo que ellos sentían; estaban en una burbuja de felicidad y sueños, el anhelo de una vida juntos.