𝗽𝗱 ، Rodrigo se ve sumamente interesado en el novio de Camila.
ㅤ ﹙៹ ⋆ ¡𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻!.
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Cuando rodrigo escucho un motor fuera del local, no pudo evitar husmear a través del vidrio templado a quien sea que se estacionara en frente del tranquilo local de comida vegana donde había conseguido un trabajo.
Bajo su libro que estaba hojeando, curioso, al ver al tipo fundado por sus skinny jeans color negro y su remera con rayas blancas y negras. Rodrigo se extendió sobre el mesón de la caja registradora, se relamio los labios viendo al hombre sujetar el casco y sacárselo lentamente
"Santa mierda.." se quito los lentes para observar al adonis entrar al local.
Piel pálida y completamente limpia, cabello negro cayendo sobre su frente, ojos negros, tan profundos y penetrantes que rodrigo se sintió intimidado aún asi el hombre no lo estaba mirando, y unos labios tan rellenos que parecian dulces cerezas que rodrigo quería Probar.
Escucho la campanilla que indicaba que aquel guapo ser había entrado al local. Rodrigo rápidamente se sento en la silla y se acomodo unos pelos desordenados y aclaro la voz sutilmente, vio al chico caminar como modelo hacia la caja registradora, su casco entre su brazo y costilla, observando el lugar.
Cuando llego a la barra bajo su mirada hacia su lugar y sonrió sutilmente, Rodrigo trago saliva nervioso. Tuvo que obligarse a no tartamudear al hablar.
-H-hola bienvenido a Greentea ¿Que desea? -sintió el impulso de llevar uno de sus dedos a su boca, un mal hábito que tenía, se mordió el labio para bajar el nerviosismo y presenciar al caliente hombre que lo estaba inspeccionando como un pedazo de carne.
-Lo siento, no vengo a comprar -Rodrigo se sintió un poco confundido ¿A que venia si no fuera comprar? El chico lo vio confundio y arqueo una ceja, aún con la sonrisa altanera en su rostro -Vengo a buscar a Camila, trabaja aquí ¿No? -.
Enseguida, Rodrigo sintió como le tiraban una balde de agua fría encima, apreto sus labios y asintio torpemente. Porque talvez ese chico era algo de su compañera camila, talvez era su novio, y la oportunidad que había perdido de conocer a aquel sublime ya no existía.
-E-eh si.. voy a buscarla -sonrió torpemente, pareciendo más a una mueca apuntando con el pulgar hacia la puerta, donde la castaña estaría esperando un pedido
-Decile que Ivan la busca -Rodrigo asintio, sin dejar de mirar al chico mientras se bajaba torpemente de su silla, finalmente giro en busca de su compañera.
Suspiro y paso una mano por su cara, bajando la mirada antes de entrar y ver a la castaña hablando con una sonrisa en su cara con un cocinero que rodrigo ni siquiera recordaba el nombre.
-Camila -la atención de la chica viró hacia su dirección, arqueando una perfilada ceja.-Un tal Ivan te busca afuera -.
El rostro se le ilumino como un lucero resplandiente, rodrigo sintió esa amarga sensación de nuevo, talvez el guapo hombre tenía más que una bonita amistad con la grandiosa figura de camila.
-Oh, rodri, ¿Podrías decirle que espere un poquitin? Entrego este pedido y termina mi turno -sonrió, aquellos ojos desapareciendo ante en asentimiento crudo de rodrigo.
Rodrigo se dio la vuelta, pasando una mano por el mármol blanco decorado con flores verdes y rosas, largo un suspiro al ver al tal Ivan apoyado con un codo en la barra individual, observando los distintos tipos de cafés que el mismo se encarcargaba de preparar.
-Ella dijo que espere, en unos minutos termina su turno -hablo quedito en la caja registradora, sintió la mirada potente de Ivan.
Soltó un quejido molesto y rodo los ojos, sacando su celular y fijandose la hora-Esta bien. -
Luego de eso, aparto la mirada un poco molesto, Rodrigo se sintió intimidado no se había molestado con el ¿cierto?, no tendría sentido.
Intento apartar la mirada del chico a un metro suyo un cliente se acercó pidiendo un blubble tea con leche de soya. Pero mientras se levantaba para preparar el pedido en su espacio, no pudo evitar rodar los ojos y mirar de reojo al recogedor de camila, sintiéndose sonrojar cuando una de las cuantas veces, el chico le estaba mirando.
-¡Ivan! -pego un salto y un chillido al escuchar a Camila salir de la puerta con un plato en su mano, entregó el plato a una señora con una sonrisa. No se había dado cuenta de lo tenso que estaba ni de la pelea de miradas que tenían Ivan y el.
Tapo el bubble tea y giro para entregárselo al cliente deseándole una buena tarde, cuando vio una efusiva Camila apretar con amor y un cariño especial el torso de Ivan, y este, rígido como una piedra, casi sobandole los hombros imperceptiblemente.
Ignoro la conversación exitosamente con la calculadora de su teléfono para pasar de desapercibido. También cuando Camila volvió a la cocina y dejó a Ivan frente a él, pero su curiosidad fue tanta, que cuando se estaban marchando Ivan iba un paso más atrás que la castaña, llego ver como giraba su cabeza hacia su dirección.
Por su torpeza Rodrigo presiono unos de los botones de la caja registradora, abriendo el contenedor de el dinero y golpeándose el estomago.
