Estrellas del Norte [Twibra]

Capítulo 11

¿Por qué siempre parecían tener la mala suerte de que les sucedieran aquellas cosas? Twilight no lo supo, lo único que tenía en la mente en ese momento era salir lo más rápido posible de aquel lugar.

—¡Spike! ¡Sal de ahí ahora mismo!

Twilight intentó gritarle una advertencia al dragón, pero el sonido de su voz se ahogó con el constante ruido de las rocas que chocaban entre sí y que golpeaban las paredes de la ladera, mientras la tierra parecía temblar por la fuerza del deslizamiento.

Spike miraba completamente petrificado en dirección cuesta arriba de la montaña, donde el desastre que se gestaba en ese momento, cubría cada porción que el terreno desprendido tocaba, en una clara amenaza por llevarse todo a su paso.

Sin perder un solo segundo más, Twilight galopó hacia donde se encontraba el dragón paralizado. Spike sólo reaccionó un poco cuando escuchó el leve resonar de sus cascos aun por encima de todo ese ruido. Se giró en su dirección y la miró con los ojos muy abiertos, mientras dejaba escapar un grito de sorpresa cuando un aura de magia envolvió por completo su pequeño cuerpo, cubierto por la capa que casi lo ocultaba.

Sólo bastó un instante para que la alicornio lo levantara en su levitación, moviéndolo de aquel lugar para seguidamente ponerlo en su espalda. Momentos después una masa de rocas cayó muy cerca de donde había estado parado. Rápidamente salió corriendo de ahí, siguiendo al unicornio que se había alejado de ellos apenas se percató de la situación.

Twilight no pudo evitar maldecir en su mente mientras sus ojos se dirigían hacia arriba. Desde su posición vio el tramo que todavía les faltaba para que estuvieran a salvo por completo. Tan sólo debía ser más rápida...

Pequeñas rocas giraban con alarmante velocidad mientras golpeaban entre sí la dura pared de la montaña para luego caer por el precipicio, no sin antes constituir una molestia que los dos ponys que huían de ellas tuvieron que sortear.

Twilight logró hacer el intento de agitar sus alas para elevarse en vuelo, aun cuando la capa que alejaba el frío del ambiente y que todavía cubría su cuerpo constituía un desafío propio. Eso significó después de todo, realizar un esfuerzo mucho mayor.

Y mientras seguían en su escape, en un intento por burlar las fuerzas de la naturaleza tan extraña que les había tocado encontrar, los pensamientos de Twilight se dirigieron por un momento al hecho de que aquello no tenía por qué estar pasando. Eso seguramente no ocurría todos los días de ser un lugar normal. Pero su mente no se podía quedar callada con ese hecho, recalcandóselo una vez más.

«No estás en un lugar normal.»

—¡Ya casi, Spike! —gritó Twilight cuando notó como el cuerpo de él temblaba mientras se agarraba con fuerza de su melena—. Ya casi salimos de esto.

Twilight tenía razón al tratar de tranquilizarlo, aunque aún faltaba deshacerse de lo más complicado.

Las grandes piedras que bajaban a toda velocidad montaña abajo parecieron ralentizar un poco su recorrido cuando ya sólo comenzaban a quedar los restos de la tierra de la ladera, sin embargo, más abajo era una historia diferente cuando esas mismas rocas amenazaban con abalanzarse sobre el grupo.