Capítulo 27

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Sólo una vez

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Sólo una vez.

Sólo había sido una vez en su vida en la que había podido contar con no ser sólo él. Todavía podía recordarlo, a pesar de que la molesta bruma que terminó por instalarse en su mente luego de su retorno aún persistía en nublar sus recuerdos. Recuerdos perdidos en el tiempo que lentamente se habían ido desbloqueando.

La mente realmente era una cosa muy curiosa. Tenía la asombrosa capacidad de suprimir memorias pasadas que pudiesen constituir un dolor volverlas a recordar, un dolor que podía provocar que su portador recibiera la angustia que antes se había quedado olvidada muy profundo en su interior. Como un mecanismo avanzado de defensa, la propia consciencia elegía bloquear esa parte en específico para protegerse a sí misma, a la espera de que nada nunca fuera capaz de hurgar dentro de sí y sacarlos a la luz. Así podía seguir teniendo la ilusa idea de un posible bienestar.

¿Pero qué sucedía cuando fingir que todo estaba bien no era suficiente?

O tal vez sí lo había sido, quizás sólo bastaba con ignorar toda la mierda en la que se había convertido tu vida. Evadir las responsabilidades y esperar que todo mejorase por arte de magia... Sí, cualquiera podría hacer eso.

Pero desgraciadamente, siempre llegaba un momento en el que todo simplemente terminaba por quebrarse. Y para él, en determinado momento, no había sido la excepción. ¿De todas formas por qué lo sería?

Sin embargo, en aquel entonces se había preguntado cómo había sido poder contar con alguien más, alguien que con anterioridad estuviese a su lado.

En esa ocasión, cuando aún era tan joven que las garras de la vida todavía no habían podido arrebatar la inocencia, esa ingenuidad natural de saber que en cualquier sitio podrías estar bien, completamente a salvo.

Pero él nunca había estado del todo seguro.

Su vida siempre había estado rodeada de soledad, incluso desde el primer instante en que puso sus cascos en el imperio luego de que aquellos guardias lo encontraran perdido y abandonado en la nieve. Había estado solo desde mucho antes de lo que podía recordar, incluso antes de que pudiera escapar de aquel infierno.

Así que definitivamente era un sentimiento que podía comprender. Quizás hasta pudiera compartirlo.

Tal vez porque aquello era un sentimiento que se había ratificado aún más desde ese momento en el que no había podido congeniar con los demás niños y había sido dejado de lado, desechado de sus estúpidos juegos con reglas tan estúpidas como ellos mismos. Sólo porque no era un pony de cristal.

Hasta que eso cambió cuando se encontró con una pequeña pony peculiar. O más bien debería decir que ella lo encontró a él.

Estrellas del Norte [Twibra]Where stories live. Discover now