40. Viejos tiempos

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Lucía

Mi novia dormía profundamente abrazada a mi cintura. Estoy intentando salir de su agarre sin levantarla desde hace varios minutos. Quisiera quedarme durmiendo con ella, pero debo organizar mi plan de mañana.

Sí, mañana porque no puedo esperar más.

Jalé la colcha tapándole toda su espalda, y me acerqué un poco, dejando unos suaves besos en su cabeza, haciendo que su cuerpo se relaje y su agarre se afloje.

Me quedé unos segundos más observándola, cautivada, sigo sin creer que yo esté con Nessa. La Lucía de hace tres años, no se imaginaría esta escena, donde está acostada y abrazada con "aquella chica del pasillo". Mi mente la guardó así, cuando aún no sabía nada de ella.

Solo los horarios donde solía pasar por el salón de Historia.

* * *

(22 de septiembre del 2012)

Esteban sale corriendo de la escuela con una sonrisa de emoción, moviendo su mano en gesto de saludo.

—Llegaron por ti, pequeña — avisa Max poniéndose a mi altura — Anda con él.

Abrazo su cabeza dejando un beso en su cabello suave. Y en ese mismo segundo, Teb me jala hacia dentro.

— ¿Sabías que han puesto una máquina de dulces a final del pasillo? Oh, claro. Recién llegas — sostengo su mano con fuerza al momento que él empieza a caminar entre la multitud de compañeros — Han llegado muchos niños nuevos ¿Te das cuenta?

Cada vez que intentaba alzar la mirada, chocaba con el hombro de alguien, prefería no hacerlo ahora.

— ¿Podemos tomar otro lugar?

— Por supuesto — enrolla mi brazo y me saca del montón con un poco de cuidado— ¿Necesitas algo más, Luci?

— Déjame pensarlo— saqué la punta de mi lengua hacia un lado — No, gracias.

— Te compré tu dulce favorito de la máquina — enseña una paleta rosada — No me alcanzó para mí, pero me basta contigo.

Salté de emoción, extendiendo mis manos.

— Gracias Teb — me acuesto en su hombro, sin dejar de sonreír — Prometo invitarte más dulces.

— Canta la canción del rey y no será necesario. Debes hacerlo.

— No me gusta, siempre la pones en tu cumpleaños.

— Una vez al año. Entonces... — cierra sus ojos pensando en otra — Lola the Cow, Lola the cow, she has a tail, mix the funny sound, she goes Muuu.

Mis hermanos la cantaban — arrugo mis cejas — No lo canto desde los ocho, Teb.

— ¿Te gustan cosas de grande? Bien... Entonces cántame la cumbia del buen trato.

— ¿Qué es cumbia? ¿Un lugar?

— ¡No! ¡Qué dices! — grita ofendido.

Suspiro volteando a mirar hacia el montón de chicos que había, no suelen ser así, y no recuerdo alguna presentación pendiente.

— Hoy son las prácticas para ingresar a los equipos de fútbol o básquet. ¿No te gustaría ingresar?

— Me desagrada el sudor — arrugo mi frente con asco — Deberían implementar un club de patinaje, le da más clase a esta escuela — me encojo de hombros sin problemas.

— Patinando también se suda — dice confundido. Suspiro resignada.

— Olvídalo Teb. ¿Hoy teníamos tareas? No lo...

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