Vanessa
La universidad vacía, daba una vibra rara, y a mi entrenador no se le ocurrió mejor idea que citarnos tan temprano. Hoy teníamos una sesión de fotos muy importante, y por esa razón, se movió el horario donde no vea estudiantes molestando.
Entré a los vestidores fingiendo no haber notado a Mia con Ava comiéndose a besos en un rincón, y me dirigí a mi casillero, a sacar mi uniforme. Apreté mis labios, conteniendo mi risa, al escuchar gran bulla atrás mío, parece que una de las dos se cayó.
—Buenos días, no hemos dormido juntas —saludo feliz.
—Capi, capi, ¿por qué tanta felicidad? —Ava me abraza por detrás, besando mi mejilla —Oh... Por supuesto. Alguien ha pasado una bonita noche.
Relamí mi labio, adivinando la "extraña" razón por la que me decía eso. Luchaba con las comisuras de mis labios para no hacer ningún gesto evidente, las imágenes de Lu causan demasiado efecto en mí, y tenía que evitarlo, por lo menos, hasta estar sola.
—¿Tengo marcas en el cuello cierto? —cerré los ojos aflojando mi cuerpo hacia Ava.
—Tienes dos. No. Si cuentas la mordida, sí son dos.
Lu me ha hecho estas marcas antes, ¿cómo pude dejarlo pasar?
—Aquí solo buscamos soluciones —comienza hablar Mia desde su taquilla —Ponte esta sudadera roja, es delgada, no sudarás —alcancé a tomarlo en el aire —Encima te pones la camiseta.
Si no la observo un segundo más, no me percataba que ella está usando su camiseta igual. Quise molestar a la chica que acaba de soltarme, pero preferí apurarme en vestirme.
Error, un error fue desnudarme al frente de ellas, porque se me quedaron mirando divertidas, y la menos discreta era Ava. Resoplé acomodando la ropa como la manera que me indicaron al frente de un espejo, no se veía mal, pero no podría jugar así.
—Dejen de besarse —finjo molestia.
—Con ese cuerpo... lo extraño sería que no te dejaran marcas.
—No molestes —volteo hacia la pareja, Ava me llama con su mano, invitándome a sentar en el medio de ellas, y no sé por qué se me ocurrió aceptar —¿Qué desean, chicas?
—Consejos.
Fruncí el ceño, a punto de reírme, hasta que me di cuenta de que lo decían en serio.
—Les puedo ayudar en todo, menos en los temas sexuales —advertí.
—No. Se trata de nosotras —se señalan, haciéndome mirarlas repetidas veces.
—¿Cuál es el problema?
—Tú sabes de nuestra relación, no relación. Ava quiere formalizar la relación —asentí arqueando una ceja —Y yo no me siento lista, no sé, aún no.
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Destinadas
Teen FictionOtra vez recorriendo la ciudad de Ohio, donde vas a conocer personas muy agradables o tal vez, personas que hubieras deseado no conocer. En esta ciudad hay una cierta rubia, Lucía Miller, la más temida de su preparatoria por su fuerte carácter y mol...