Prólogo

1.4K 101 19
                                    

JIMIN

Seis meses antes

Tomé un profundo aliento de mi cigarrillo, y cuando exhalé, el humo formó una nube que pasó sobre el horizonte de Atlanta. El tequila zumbaba en mis venas, cortesía del hermano de Namjoon, Hoseok, empujando shots en mi dirección toda la noche, callando la voz en mi cabeza que me decía que lo que estaba pensando era una mala idea.

En cambio, traté de concentrarme en el éxito de esta noche y en estar en la cima del mundo. Acabábamos de terminar con nuestro primer concierto de la gira Corrupción, y si eso era un indicio de cómo iban a ir el resto de las fechas, estaríamos volando alto durante meses.

Así que sí, me sentía jodidamente bien. Pero podría estar sintiéndome mejor... Mis ojos se dirigieron hacia el nuevo manager de Ángel Caído. Jeon Jungkook: un enigma envuelto en un apuesto paquete, uno que había tratado de no notar, pero últimamente, había estado fallando miserablemente.

No ayudó que me diera cuenta que él también me miraba cuando pensaba que yo no estaba mirando. Encantador, seguro de sí mismo hasta el punto de ser arrogante (lo cual, en este negocio, había que serlo), y tan llamativamente guapo que no es de extrañar que pareciera conseguir lo que quería. Esa era exactamente la razón por la que quería que nos aceptara como nuestro manager, porque era un tipo al que no le decías que no, lo que significaba que sería capaz de abrirnos las puertas.

Y tal vez una pequeña parte de por qué había sido inflexible en cuanto a que él reemplazara a Bam tuvo que ver con la forma en que me ponía la polla dura.

Jin y yo parecíamos tener eso en común cuando se
trataba de chicos nuevos.

Jungkook levantó la vista y sus oscuros ojos se encontraron con los míos mientras yo descansaba contra la pared, inhalando otra vez nicotina.

Maldición, se veía delicioso esta noche. Su cabello rubio le cubría la frente con la brisa, y se había subido las mangas de su camisa turquesa abotonada, mostrando sus brazos bronceados. Nunca pensé que tenía un tipo hasta el día que conocí a Jeon Jungkook.

Una mirada a él, combinada con toda esa confianza en sí mismo, y supe hacia dónde iba esto.

Él sostuvo mi mirada hasta que exhalé, y cuando el humo se escapó de mis labios, los ojos de Jungkook bajaron a mi boca.

Joooder.

Mi polla palpitaba detrás de mis jeans, la forma en que miraba mi boca me hizo estar duro en dos segundos. Cuando su mirada viajó sobre
mi cuerpo, me quejé.

Dios, ¿qué coño estaba esperando? ¿Una señal? ¿Mi permiso?

Estaba bastante seguro que todo mi cuerpo le decía exactamente lo que yo quería, y por la forma en que mojó sus labios, lo tomé como una señal de que estábamos en la misma página.

Pero cuando los ojos de Jeon volvieron a los míos, hubo algo ilegible allí, y luego miró hacia otro lado, concentrándose en la multitud que lo rodeaba.

Maldita sea, maldita sea. Estaba empezando a pensar que tendría que deletrear esta mierda para él. Pero tendría que ser más tarde, porque Namjoon y SeokJin se dirigían hacia mí.

Doblé una de mis piernas para descansar en la parte posterior de la pared, con la esperanza de ocultar mi erección, ya que se detuvieron frente a mí.

Lujuria, Odio, Amor → JiKookWhere stories live. Discover now