Lujuria, Odio, Amor → JiKook

TREINTA Y CINCO

Jungkook.

Me fui por veinte minutos a comer con Jeongguk, pero eso fue todo lo que se necesitó para que estallara la Tercera Guerra Mundial.

Cuando entré en el salón privado, la vista que me saludó era una que ya había visto antes, pero siempre con otras bandas, nunca con Ángel Caído.

Namjoon tenía un puñado de la camisa de Taehyung, su brazo inclinado hacia atrás mientras Hoseok y Yoongi trataban de detenerlo, pero lanzó el puñetazo rápido, el golpe contra la mandíbula de Taehyung se escuchó desde el otro lado de la sala.

—Mierda —dije, tirando mi comida en una mesa cercana y corriendo hacia la locura.

El caos se desató. Taehyung fue a vengarse de Namjoon, pero Seokjin lo alejó.

Yoongi agarró a Hoseok y rápidamente lo apartó del camino antes de sumergirse, dirigiéndose directamente a Seokjin y poniéndole una llave en la cabeza. Jimin se movió rápido, trabajando para separar a Seokjin y Yoongi, mientras que Hoseok gritaba para que todos calmaran.

Jesús, por dónde empezar.

—¿Por qué te metes con mi hermano, imbécil? —Namjoon tenía sus brazos alrededor de la cintura de Taehyung, tratando de ponerlo en el suelo, pero no fue hasta que Taehyung golpeó a los demás, perdiendo el equilibrio, que Namjoon tuvo éxito.

Namjoon se colocó a horcajadas en la cintura de Taehyung, lanzando golpes que luchó por evitar.

—Oye, puede ser que te guste, pero esta posición no funciona para mí —gritó Taehyung, arqueándose para tratar de despistar a Namjoon. Luego, como era un idiota que quería avivar las llamas, añadió—: Sólo funciona con tu hermano.

Y ahí es donde hay que empezar.

—Maldito bastardo. —Namjoon fue a golpear la cara de Taehyung, pero llegué a ellos justo a tiempo, agarrando los brazos de Namjoon y levantándolo lo suficiente para que Taehyung fuera capaz de salir de debajo de él. Hoseok estaba allí en un instante, revisando la cara de Taehyung mientras él le aseguraba que estaba bien.

Con los brazos de Namjoon inmovilizados detrás de su espalda, estaba en un ángulo incómodo, pero el tipo estaba exaltado por la adrenalina y más fuerte de lo que esperaba.

Se liberó de nuevo, dirigiéndose directamente a Taehyung. Hoseok levantó las manos, tratando que se detuviera, pero Taehyung estaba listo, y los dos se cayeron al suelo.

—Namjoon, para, no soy un crío... —La voz de Hoseok se perdió en el pandemónium, y a mi derecha, Jimin había perdido el control de Seokjin y Yoongi después que uno de ellos accidentalmente lo golpeó en la mandíbula con el codo. Conmocionado, Jimin retrocedió por un segundo, frotando su mandíbula.

Preferiría haber sido yo quien lo dejara sin sentido. Aún no podía creer lo que le había dicho a Seokjin, cómo me había dejado plantado tan casualmente, como si yo no importara. Me había dolido. Había dolido como el infierno, y aún lo hacía. Pero no tenía tiempo de pensar en eso ahora.

Jimin me miró, y era imposible no ver la disculpa en sus ojos, pero no quise oír cuánto lamentaba haber sido atrapado.

Cuando Seokjin estrelló a Yoongi contra la pared con un fuerte estruendo y Yoongi le hizo un uppercut a Seokjin, todo lo que había entre Jimin y yo quedó en segundo plano. Teníamos que controlar la situación, o no había forma que volviéramos a los Estados Unidos hoy... al menos no con nadie vivo.

—¿Debo pedir ayuda? —preguntó Jeongguk por detrás de mí.

—No —respondió Jimin—. Ustedes dos ocúpense de Namjoon y Seokjin , y yo sacaré a los demás de aquí.