Estrellas fugaces

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12 AÑOS ANTES

Con ocho añitos recién cumplidos tenía mi primera competición con Bella, mi primera yegua.

Y mis padres no habían podido asistir porque estaban en un viaje de negocios.

Pero Carla junto a su madre, y Pedri, Fer y sus padres aseguraron a mis padres que iban a estar conmigo.

Esa noche me quedaría en casa de Pedri a dormir, como había hecho miles de veces desde más pequeños.

Estaba sobre Bella, nerviosa y temblando con ganas de llorar.

Al ser tan pequeña, el recorrido era fácil y rápido, pero lo recuerdo como si fuese lo más difícil del mundo.

Aceleré el ritmo con  Bella cuando fue mi turno y conseguí pasar todos los obstáculos sin problema.

Me acuerdo que al terminar me puse a llorar y Fer y Pedri corrieron a buscarme porque creían que estaba triste, pero lloraba de felicidad por no haber fallado.

Su madre me había grabado y al terminar nos fuimos a su casa a cenar y a dormir.

Como siempre, después de cenar, los tres nos escabullimos a la terraza, donde teníamos una tienda de campaña, juguetes y el telescopio de Fer.

El cielo estaba lleno de estrellas y los tres nos tumbamos en el suelo mirándolas.

- ¿Crees que hay gente que vive en las estrellas? -pregunté.

- Hay alienígenas verdes. -dijo Fer y yo hice un ruido de asco.

Pedri se rio.

- ¿Y qué hacen los alienígenas verdes? -pregunté.

- ¡Comerte el cerebro! -gritó Fer y intentó cogerme.

Yo salí corriendo y los dos corrieron detrás de mi.

- ¡Eso lo hacen los zombies! -grité entre risas mientras corríamos en círculos.

Al final me cogieron y se tiraron los dos sobre mi.

- Ya te han cogido los alienígenas verdes. -sonrió Pedri orgulloso.

Su madre llamó a Fer, que se levantó y bajó sin rechistar.

Pedri y yo nos quedamos en el suelo, mirando el cielo de nuevo.

Estaba tan lleno de estrellas que no sabía a cual mirar hasta que Pedri señaló una estrella fugaz que tardó más de lo normal en desaparecer.

- ¡Hay que pedir un deseo, corre Eva! -se levantó tirando de mi.

- ¡No sé como se pide un deseo, Pepi! -grité sin dejar de mirar la estrella fugaz, que dejaba un rastro brillante a su paso.

- Cierra los ojos y piensa en lo que más quieras del mundo. -los dos cerramos los ojos, con las manos entrelazadas.

Y pensé.

Quiero ser la mejor amazona que exista, quiero correr con el mejor caballo del mundo y ganar el mayor campeonato del mundo. 

Terminé de pensarlo y abrí los ojos.

Pedri lo hizo unos instantes después.

- ¿Qué has deseado? -pregunté mirándole.

- Eso no se dice, Eva, no se cumplen los deseos que se dicen, Fer siempre dice que los deseos tienen que ser secretos para todo el mundo. -contestó Pedri.

- Nos lo diremos cuando se cumplan los deseos, ¿vale? -pregunté de nuevo.

- Vale. -entrelazamos nuestros dedos meñiques como hacíamos siempre y bajamos para irnos a dormir con Fer.

Estuve toda la noche entera pensando en mi deseo, en la estrella fugaz y pensando en que podría haber pedido Pedri.

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OS HE SUBIDO UN TIKTOK SOBRE LOS DESEOS DE ESTE CAPÍTULO QUE SI LLEGA ESTA NOCHE A LOS 2 MIL LIKES, OS SUBO OTRO CAPÍTULO YA QUE ESTE ES MUUUY CORTITOOOO :))))

Volver a ti +18 - Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora