Volver a ti +18 - Pedri González

Max

Me desperté con el sonido de la alarma.

Era bastante pronto porque tenía que preparar a Max para la competición y necesitaba estar ahí temprano.

Pedri se removió a mi lado con un gruñido.

Me dolió un poco el corazón.

Me metí en el baño y me arreglé.

Até mi pelo en una coleta baja y me enfundé en el traje blanco y negro que usaba en las competiciones.

Cuando salí del baño, Pedri estaba vestido, sentado en mi cama, mirándome con los ojos suplicantes.

- Buenos días. -murmuré de mala gana.

No tenía ganas de hablar con él.

No hoy que estaba feliz por competir con Max y Sira.

- Eva, lo que viste, no es nadie, es solo.. -empezó.

- No parecía ser solo nadie. -hice comillas en la última palabra.

- Ni siquiera sé como ha conseguido mi número, solo fue una maldita vez y me arrepiento de haberlo hecho con ella, ni siquiera sé porque lo hice. -habló levantándose.

- No tienes que darme explicaciones, tu tienes tu vida en Barcelona, yo estoy aquí en Tenerife, qué más da. -me encogí de hombros y él se quedó quieto mirándome.

- Eva.. no hagas esto, sabes como me siento contigo. -pidió acercándose de nuevo.

- Sé como te sientes cuando estás aquí, ¿pero ahí? ni un solo mensaje me enviaste, al parecer estabas lo suficientemente ocupado para eso. -le recriminé.

- Sigo sin entender porque hice eso. -murmuró más para él que para mi.

- Tengo una competición y al parecer tu unos vuelos que comprarle a tu chica. -empecé a caminar hacia la puerta.

Pedri me cogió del brazo, girándome de nuevo hacia él.

- Solo tu eres mi chica, Eva. -habló.

- Creo que los dos sabemos que ella no piensa eso. -admití.

No supo contestarme.

No lo hizo.

Me soltó el brazo y yo salí de la habitación con el corazón ahogado y ganas de vomitar.

Menuda mierda.

Tendría que haber sabido que él tendría a alguien más esperándole en Barcelona.

Y que yo solo iba a ser su entretenimiento aquí.

Fui hacia el establo a buscar a Max.

- Hola colega, ¿listo para hoy? vamos a ganar esto juntos. -le acaricié y él bufó y pisoteó el suelo en respuesta.

Me reí y cogí todo lo necesario, lo ensillé y me subí.

Salí de los establos y vi a Pedri caminando hacia su casa.

Me miró, pero no me paré ni me giré hacia él.

Cabalgué con Max más rápido.

Al llegar al recinto donde se iba a hacer la competición vi a Sara con su ex mejor amiga y mi rival, con su caballo.

- ¡Eva, estamos aquí! -la voz de Sira llamó mi atención y guié a Max hasta ella y su yegua.

Iba con un traje negro y la yegua blanca estaba tranquila a su lado.

Me bajé de Max y la abracé.

- Tengo que admitir que estoy un poco nerviosa. -me sonrió.

- Estamos igual. -admití.

- Vamos a preparar a estos dos. -acarició a su yegua y los guiamos a los dos.

Nos llamaron para ir a rellenar los formularios y Sira y yo fuimos corriendo, dejando a Max y la yegua listos en su sitio.

Una vez lo tuvimos todo listo volvimos a nuestro sitio.

Sara salió del establo en el que estaban Max y la yegua.

- ¿Qué coño haces ahí? -le hablé de mala manera.

- Creía que estaba la yegua de.. -empezó a hablar.

- Fuera. -gruñí.

Sara bajó la cabeza y salió de ahí corriendo.

Miré a Max y le vi bien, así que me relajé.

Nos tocaba en nada.

Sira salió primero que yo.

Lo hizo tan perfecto que yo no podía parar de aplaudir.

Al volver, se paró a mi lado.

Yo era la siguiente.

- Pedri no ha llegado, los demás están en la grada de la derecha. -me sonrió.

Mi estómago se contrajo.

No iba a venir.

- ¡Nuestra siguiente amazona es Eva, con su increíble Max! -gritaron por los altavoces y salí trotando.

Empecé el circuito.

Sentía a Max algo extraño, como si estuviese incómodo.

Pero me relajé cuando hizo perfecto el primer salto.

Pasé por al lado de la grada de la derecha y vi a todos mis amigos y a Pedri llegando y sentándose al lado de Carla.

Me sonrieron y aplaudieron.

Aceleré el ritmo para el último salto, el más difícil.

Max bufó.

- Vamos chico, podemos con esto. -murmuré.

Max aceleró.

Me pegué a su cuerpo y saltó.

Pero el cuerpo de Max se estremeció y tocó los palos con las patas de delante.

Caímos directos al suelo.

Sentí el golpe en mi cabeza y mi hombro.

Y escuché como Max gemía de dolor.

Me ardía el hombro y lo veía todo negro.

Escuchana gritos a mi alrededor y unos brazos me movieron.

Conseguí abrir los ojos y vi a Max a unos metros de mi, en el suelo gimiendo de dolor.

- ¡Max! -intenté gritar.

- Eva, mírame, estará bien, estaréis bien. -la voz de Pedri me hizo mirarle un segundo.

Otro gemido de dolor de parte de Max.

Yo grité.

Grité de dolor y porque Max estaba en el suelo, podía sentir su dolor y me estaba matando verlo ahí.

No podía levantarme.

- Ayuda a Max, por favor, Max no puede dejarme, por favor, no puedo seguir sin él, asegúrate.. -mi voz se fue apagando y mis ojos se cerraron.

Dejé de ver y escuchar nada.

No sentía nada.

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EVITA Y MAX AIAIAIAI VOY A LLORAR