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Moonbin miró las galletas que había comprado recientemente en una tienda de conveniencia cerca de su edificio. Las acababa de servir en un plato de cerámica que le regaló su madre cuando decidió mudarse de casa. El plato era blanco con un patrón de abejas pintado en los bordes. A él nunca le habían gustado los insectos, pero de un momento a otro comenzó a hablar tanto de ellos que su madre pensó que su interés era genuino, así que le regaló una vajilla entera con ese estampado.

Metió una galleta a su boca. No era precisamente un fan de los postres, pero Seokjin sí lo era así que a menudo los comía debido a que él le ofrecía de los suyos. Y por supuesto, podía rechazarlo, pero esos pequeños momentos que tenía con su hyung eran lo que verdaderamente lo hacían sentir lleno. De cierta forma, Kim Seokjin se había convertido para él en alguien importante, algo así como un hermano mayor. En medio de su vida solitaria, podía contar con llegar a su departamento y tener una charla casual con Seokjin; en medio de esas pláticas sobre el clima, la universidad o las películas que pasaban en la televisión de su sala de estar, Moonbin se sentía como alguien normal.

Faltando unos pocos minutos para que el tres de diciembre finalizara, tomó su celular para llamar a Seokjin y felicitarlo apropiadamente por su cumpleaños.

Un tono.

Dos tonos.

Tres tonos.

Un molesto chirrido y estática, no había más que estática. El ruido lo molestaba tanto, la situación le molestaba tanto. Era exactamente como el día anterior. Intentó no llorar, pero la ansiedad de escuchar nuevamente esa voz lo hizo romperse con la simple idea de que él seguía allí.

Trago saliva, mojando sus labios antes de preguntar en un hilo de voz.

—¿Quién es?

«—Binnie»

Era él. Otra vez, Dongmin le había llamado.

—Dongmin, no cuelgues, por favor, no cuelgues...

«—Bin, escucha. No hagas preguntas, no sé cuándo esta cosa vuelva a funcionar para volver a contactarte. Tus sueños yo también puedo verlos, yo igual los sueño. Pero son borrosos y yo no logro recordarlos del todo. Los sueños junto a tu padre, no son sueños, son recuerdos. Las personas con las que soñamos son parte importante para desenredar todo esto. Ellos dos, ellos dos son en quienes debes enfocarte. El doctor Kim, busca a...,  Está aquí, pero creo que... Debes averiguarlo, Pájarito. Ellos se conocerán, pero eso podría arruinarlo todo y... A tiempo. Los fallos se seguirán dando... »

—No logro escucharte —dijo nervioso. Dongmin le había llamado y ahora le estaba dando explicaciones. Una pieza en más para ese rompecabezas que parecía no tener fin.

«—Sigue tu instinto. Binnie, tú no perteneces a ese tiempo. Ellos... No lo sé, ellos son el resultado... Los pájaros son sabios.»

Nuevamente, había frases que no había logrado escuchar completamente.

—Hay estática, Dongmin.

«—¿Estática? Tengo que terminar la llamada. Binnie, tranquilo. Todo se solucionará, pero eso no queda en ti. Averigua lo que puedas, pero no hagas nada. No es necesario que hagas nada. Debes saber, más no actuar.»

Moonbin arqueó una ceja totalmente desorientado. ¿"Saber, más no actuar"? ¿A qué se refería?

—¿Entonces por qué...?

«—Pájarito, tengo que cargar esta cosa. Hoy pasará algo importante, no tengo idea de qué, pero algo pasará. Podría suceder algo raro debido a esto, aún no sé leer el esquema, el doctor Kim es quien sabe hacerlo. En fin, te amo, Binnie, hablaremos luego. ¡No te preocupes demasiado!»

With you ; Vmin AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora