MODORU

☜♡☞ 11. Perlas

El metkayina lograba recordar muy bien que hubo días que fueron realmente difíciles para Neteyam.
Siempre se veía abatido y con un semblante melancólico.
El origen de su estado decaído, era la dura disparidad que el omaticaya estaba enfrentando con sus hermanos, especialmente con Lo'ak.

Los dos Na'vi estaban más distanciados a comparación de cuando llegaron, ya no pasaban todo el tiempo juntos como solían hacerlo, cada vez hablaban menos, y cuando el mayor intentaba acercarse, el más joven se alejaba y ponía bien marcado su desinterés.

Ao'nung se encaminó en dirección al marui de los Sully, esperando encontrarse con el chico de trenzas y poder charlar un poco. Sin embargo, se detuvo en su sitio al escuchar un altercado entre los dos hermanos varones.

-¡¿Dónde estabas?!-. Neteyam había salido del marui enfrentando al más joven, que llegaba del arrecife montando un ilu.

-No necesito decirte-. Lo'ak pasó de largo, aventando con el hombro a su hermano para poder pasar.

-¡Me distraigo un poco por mis deberes ¿ y tú te escapas para ir a buscar a esa bestia?!-.

-¡Se llama Payakan!. Y últimamente es más agradable pasar tiempo con él que estar aquí contigo-. El menor arremetió hacía el otro na'vi, mirándolo de frente con oposición.

-¡Solo estás metiéndome en problemas!-.

-¿Ah si ? Perdón por interrumpir tu racha del hijo favorito-. El más joven se dió la vuelta, dando a entender que no pensaba seguir con la conversación, pero Neteyam lo retuvo, tomándole por los hombros, y obligando a quedar cara a cara una vez más.

-¡Tú no entiendes nada!-. El mayor lo afrontó intimidante, aunque dentro de ese porte amenazante solo se hallaba una sensación de dolor intensa.

-Es terrible tener que ser el hermano de alguien como tú-. Lo'ak soltó sus últimas palabras, que se sentían como cuchillas clavándose en el pecho para Neteyam. Quitó la mano del más alto de encima de su hombro y se fue del marui muy de prisa, sin notar la presencia del metkayina fuera.

Ao'nung no se movió de su lugar en ningún momento, ocultándose detrás de las ramas de la construcción para no ser visto.
Al escuchar toda la discusión no pudo evitar sentirse mal por ambos omaticaya.

-¡Lo'ak! ¡Vuelve aquí!-. El de trenzas salió del marui tras el menor, dándose cuenta de inmediato de la silueta aguamarina que estaba escondida. - ¿Ao'nung?- .

-Yo... perdón, no debería estar aqui- El metkayina quiso cubrir su rostro de la vergüenza. Dió algunos pasos hacía enfrente acercándose al omaticaya.

-¿Escuchaste algo de lo que dijimos?-.

-Escuche todo ...-. Ao'nung se apenó de si mismo, observando la amargura del otro na'vi al oírle decir eso.

-Oh...- Neteyam bajó la mirada, juntando un poco sus labios en una mueca de desaliento, le tomó unos segundos levantar su cabeza para mirar al chico aguamarina- ¿Necesitabas algo?-.

-Yo... sólo quería invitarte al arrecife, ya sabes a bucear-.

-Lo siento, ya no puedo salir de la aldea-. El omaticaya le dedicó una mirada con descuensuelo.

-¿Enserió?-. Ao'nung no supo como reaccionar a la sentencia que se le habia sido puesta al otro chico, simplemente lo vió con pesar.