𝗦𝗲𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝗽𝗶𝗮 | 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗮𝗻 𝗔𝗹𝘃𝗮𝗿𝗲𝘇

ʚ𝟲ɞ

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐒𝐄𝐈𝐒
“𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗱𝗼 𝘆 𝗷𝘂𝗲𝗴𝗼𝘀”
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— ¡Pa'! —exclamó Catalina, acercándose a Lionel junto con Aurora.

Él volteó y les sonrió—. ¿Qué pasa?

— Nosotras ya nos vamos —le informó—. Quedamos con Eli en que nos encontrábamos en el hotel en el que se están quedando, y de allá nos vamos al estadio.

Faltaban unas cuatro horas para que jueguen el primer partido del mundial contra Arabia Saudita. Los jugadores y el cuerpo técnico ya estaban terminando de alistarse para subir al colectivo que los llevaría hasta el estadio, pero ellas se irían con Elisa a las tribunas y no al palco. Como Lina planeaba, quería que Rory experimente un partido de la Selección entre la hinchada.

Ambas vestían la camiseta de Julián, esta vez la albiceleste. Aurora vestía también un short de Jean color celeste y Catalina un Jean del mismo color, junto con unas zapatillas de cuero blancas Adidas.

La humildad y sencillez ante todo.

Es lo que siempre decía ella, y lo que intentaba enseñarle a su hija.

La cartera de la modelo tenía las dos camisetas amarradas en la correa, dentro de ésta llevaba un paquete de galletitas, unas camperas de cuero por las dudas, y algunas otras cosas que podrían necesitar.

— Uh, cierto. Me había olvidado que no iban con nosotros —se rascó la frente—. Bueno, tomen —les entregó unas credenciales con sus fotos y datos personales, eran las mismas que tenían los jugadores—. Con esto tendrán acceso a cualquier parte del estadio. ¿Se vuelven con nosotros?

— Sí —asintió, agarrando las credenciales para guardarlas en la cartera—. Cuando termine el partido vamos a los vestuarios a esperarlos, ¿te parece bien?

— Sí —sonrió, besando su frente y luego la de Rory—. Vayan. Me avisas cuando lleguen para saber que están bien.

— Sí, papá. Suerte —besó su mejilla.

— Chau, abuelito —saludó la menor.

Las dos comenzaron a caminar hacia la salida mientras Cata le ponía una gorra blanca a su hija para que no se insole y el sol no moleste su rostro durante el partido. Luego ella misma se puso la suya, a la vez que saludaban a la gente del Staff que se cruzaban.

— Alta camiseta, eh —exclamó Enzo, burlón, cuando las vio. A su lado estaba Julián, quien se volteó y sonrió embobado al verlas con su camiseta.

— ¿Viste? La mejor de todas —sonrió, satisfecha.

— Creo que la que tiene el número 24 les quedaría mejor —comentó.

Julián lo miró mal, con los ojos entrecerrados.

— No, gracias. Esta nos gusta más —se encogió de hombros.

— ¿Vos que pensas, princesa? —el mediocampista poso sus ojos en Aurora.

— La de Juli es más linda y nos queda más pretty —respondió, sonriendo.

El delantero soltó una carcajada por el rostro ofendido de su amigo, a la vez que Lina sonreía divertida.

— Ya está, no me hablen más. Desde hoy solo soy Enzo para ustedes, no más Enzurri.

— Yo usaba tu camideta de River cuando íbamos a la cansha con mommy —mencionó Rory, triste.

— Sos un pelotudo, hiciste que la princesa se ponga triste —su amigo le pegó un zape.