ʚ𝟭𝟭ɞ

7.2K 673 138
                                    

════════ ✥.❖.✥ ════════
𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐎𝐍𝐂𝐄
“𝗣𝗲𝗹𝗲𝗮𝘀 𝘆 𝗰𝗶𝘁𝗮𝘀”
════════ ✥.❖.✥ ════════

Inglés
Español

— ¿Qué haces acá? Recuerdo muy bien haberte dicho que no teníamos nada de qué hablar y que no quería volver a verte —espetó Lina enojada, acercándose a su madre.

— No iba a irme de Qatar sin intentar una vez más arreglar las cosas con vos, Cata —respondió ella.

— Catalina para vos. ¿Y arreglar qué? No hay nada que se pueda arreglar acá, ya es muy tarde.

— Sí hay.

— Sí hubieras aparecido cuando era más chica podía llegar a perdonarte y aceptarte, ahora no.

— Yo entiendo lo que podes llegar a sentir, me la mandé lo sé. Hice todo mal. ¿Viste cuando dicen que "no tengo nada que perder"? Bueno, yo no tengo nada. Perdí al hombre que amaba y a mi hija por egoísmo, por irresponsable. Pero estoy acá ahora, y quiero decirte que estoy para vos...

— ¡Ya pasaron veintidós años, Patricia! —la cortó levantando la voz—. Ya soy grande, soy madre, entiendo todo por mi sola. Era una simple bebé de cinco meses cuando te fuiste sin mirar atrás, sin pensar un segundo en mí. Te necesité, claro que sí. Te necesité cada vez que con papá teníamos que mudarnos a un país totalmente diferente. Te necesité cuando tuve mi primer periodo, cuando papá jugaba los partidos o entrenaba y no sabía con quién dejarme. Tuve más niñeras de las que puedo contar con los dedos de la mano, todo porque vos no quisiste ser madre.

— Basta, Catalina...

— No, vos querías hablar, entonces yo te voy a decir todo lo que tengo guardado —su madre asintió entre lágrimas—. Te necesité cuando salí de una relación de mierda en la que pasé por un infierno, cuando me enteré que estaba embarazada y no sabía que hacer porque tenía miedo —su voz se quebró y sus ojos se llenaron de lágrimas—. Cuando recibí críticas de la mitad de los medios de Argentina por ser madre joven, de los comentarios de mierda que recibía y recibo día a día. Cuando casi pierdo a mi hija porque me caí de las escaleras con cuatro meses de embarazo y se me desprendió la placenta. ¿Sabes quien si estuvo? Mi papá. Él estuvo presente en todo. Él solo se las ingenió para criarme solo, para pasar todo el tiempo que podía conmigo. Hubo varias veces en las que no iba al colegio porque no tenía quien me cuidara al salir, y entonces tenía que ir con él a sus entrenamientos. Incluso las mujeres de sus compañeros de equipo me cuidaron mientras él jugaba porque yo quería ir a verlo. Se encargó de criarme bien y con todo el amor que tenía, y yo fui, y soy, feliz con solo tenerlo a él. ¿Y vos dónde mierda estabas? Dios sabrá.

— Perdón. Lo lamento tanto —sollozo.

— Es que ya no hay nada que perdonar. Como dije, te necesité pero ya no. Elisa ya ocupó el lugar que vos debiste hace veintidós atrás. ¿Ella? Ella me dio el amor de una madre, me hizo saber lo que es tener una. Estuvo presente en todo lo que te dije antes también. Elisa me acompañó en cada mes de embarazo, a pesar de que ella tenía a mi hermanito recién nacido. Y no hablemos de mis padrinos porque no me va alcanzar el día para decirte todo.

— Yo entiendo que pienses así. Y si te busque e insisto es porque quiero empezar de cero...

— ¿Empezar de cero?

— Sí.

— ¿Te pensas que esto es un juego, Patricia? Vos no podes decidir cuando tener una hija y cuando no. ¿Sabes lo que es que tus amiguitas te pregunten donde está tu mamá? —Patricia se quedó en silencio—. "Está de viaje". "No, no sé". "Está trabajando lejos". Sólo era una nena mintiendo por vos. Y nunca me voy a sacar de la cabeza ese día cuando vi esa noticia vieja de vos "cuerneando" a mi papá en un boliche, nunca. Yo nunca voy a poder perdonarte por todo lo que sufrimos por tu culpa.

𝗦𝗲𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝗽𝗶𝗮 | 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗮𝗻 𝗔𝗹𝘃𝗮𝗿𝗲𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora