ʚ𝟭𝟳ɞ

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄
¡𝗖𝗔𝗠𝗣𝗘𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗗𝗘𝗟 𝗠𝗨𝗡𝗗𝗢!
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Último entrenamiento antes de la final.

Último entrenamiento antes de enfrentar a Francia al día siguiente.

Último entrenamiento antes del día que podría cambiar por completo sus vidas y carreras.

Los jugadores estaban completamente concentrados en las indicaciones que les daban el cuerpo técnico y en hacer bien los ejercicios. Todos querían dejarlo todo, estaban enfocados en eso porque sabían que la ilusión de un país entero estaba sobre ellos y por si mismos, además de que querían que Leo, Ángel y, probablemente que también, Otamendi ganarán su posible último mundial con la Selección. Querían que ellos alzaran la copa, sobretodo ellos.

Un gritito llamó la atención de todos, quienes se giraron a mirar de donde provenía.

Aurora corría entre risas, escapando de su mamá, hasta llegar con su abuelo y abrazarse a sus piernas, soltando pequeñas carcajadas. Detrás de ella venía Catalina riéndose, y, cuando se acercó lo suficiente, su hija salió corriendo otra vez. Cata salió atrás de ella hasta que la atrapó, la alzó y la hizo dar vueltas en el aire.

Lionel, Pablo, Leo, Ángel y Julián –todos en realidad– se les quedaron viendo con una sonrisa; más que nada los dos primeros y el último. Es que simplemente no podían dejar de mirarlas siendo ellas mismas, siendo la luz de sus vidas.

Cuando terminaron, todos volvieron a lo que hacían. Cata se quedó parada al lado de su padre esperando que un mensaje le llegara.

— Estás hermosa, hija —le dijo Lionel, con su vista fija en los jugadores.

— ¿Sí? —Lina miró el enterizo short blanco que se había puesto para ir a cenar con las mujeres de sus amigos—. Gracias, no sabia que ponerme la verdad, pero me acordé que había traído esto por si las moscas. Es el que me regalaste para mi cumpleaños, la primera vez que lo uso —sonrió.

— Eso pensé, ya se me hacía conocido.

Siguieron hablando un poco más hasta que el entrenamiento acabó. Todos quisieron sacarse una foto, así que se acomodaron en el campo para sacarla. Ángel había agarrado a Rory y la llevó con él, tirándose los dos en el piso.

Catalina sonrió y sacó su celular para tomar la foto, pero los reclamos de todos los monos detuvieron su tarea.

— Dale, Lina, vení vos también —le gritó Paulo.

— Sí, vos sos una más de nosotros —lo apoyó Leandro.

— Dale, vení —le sonrió Leo.

— E-eh, bueno —aceptó, y se giró para buscar a algún guardia que les saque la foto.

Después de eso, se quitó sus tacos, dejó la mochilita de Aurora en el suelo, corrió hacia el campo y se colocó detrás de Cuti y al lado de su papá.

— El que no sonríe es inglés —soltó, justo antes de que sacaran la foto, por eso todos salieron sonriendo.

Al terminar, se acercó para agarrar su celular otra vez y mandarsela al primero que le aparezca para que ese la enviara al grupo que ellos tenían.

'Ya estamos por aterrizar'.

Cata sonrió al leer el mensaje y comenzó a despedirse de todos. Su papá y padrino dejaron un beso en su frente, y Julián uno en sus labios.

𝗦𝗲𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝗽𝗶𝗮 | 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗮𝗻 𝗔𝗹𝘃𝗮𝗿𝗲𝘇Where stories live. Discover now