Mi Primer Millón | Sam y Mon

Capítulo 5: No estás sola.

|Mon|

Estábamos disfrutando un montón a pesar de ser sólo tres personas. Ya sentía un poco el mareo, pero eso no me impediría seguir compartiendo con Sam y Nop.

Esta tarde estaba aburrida, mis padres habían salido a celebrar su aniversario de bodas así que supuse que llegarían tarde. Me senté en la terraza, mirando mi celular, cuando Nop caminaba frente a mi casa.

—Hola, nueva vecina, te ves aburrida—dijo él.

—Lo estoy, pensé que tener la casa sola sería divertido—reí.

—También estaba aburrido, por eso salí a caminar.

De repente vino una idea a mi cabeza.

—Tengo un par de bebidas, ¿y si vienes por un rato?

Él rió e inmediatamente asintió con la cabeza.

Y así comenzó todo.

(...)

Entre saltos, más copas y bailes raros, ya estábamos los tres agotados sentados en el sofá de la terraza.

Nop tenía los ojos cerrados, con sus manos cruzadas sobre su estómago frente a nosotras. Mientras Sam tenía apoyada su cabeza en mi hombro. No podía ver su rostro, así que no sabía si estaba despierta o no.

—¡Sam!—oí un grito de repente, luego vi a Kirk caminando enfadado hacia mi casa.

Sam levantó su cabeza y se levantó rápidamente, arreglando su blusa.

—¿Qué crees que haces aquí?—le dijo Kirk.

—Me divierto, algo que contigo no puedo hacer.

Vi como Kirk apretaba sus puños, al punto de poner sus nudillos blancos por la fuerza que estaba haciendo.

—Sólo estábamos compartiendo, ¿hay un problema con eso?—dijo Nop.

Suponía que Sam era la que se encontraba en mejor estado que ambos, a Nop se le notaba en la voz lo mucho que había bebido.

—Claro que hay un problema, es mi novia, ni siquiera me avisó que estaba aquí—le respondió Kirk.

—No soy de tu propiedad, tampoco tengo que darte explicaciones—Sam se cruzó de brazos.

—Vámonos a casa—dijo acercándose a ella.

Sam dio un paso atrás.

—No.

—Sam.

—¡Te dije que no iré!

Kirk se acercó a ella y la tomó firme de los hombros, se le notaba la vena en su frente, estaba lleno de furia.

—¡Oye, déjala!—estaba vez fui yo la que intervino, tomándolo del brazo para que soltara a Sam.

En un sólo movimiento, Kirk me dejó en el suelo. Nop se levantó para darle un puñetazo en la cara, Kirk lo miró a los ojos y se lo devolvió. Me levanté y me acerqué a Sam, ella estaba shockeada tapando su boca viendo como ambos se agarraban a golpes.

—¿Estás bien?—le pregunté, acariciando su espalda.

Ella negó con la cabeza, indicando que, efectivamente no lo estaba.

La abracé, ella comenzó a llorar.

Gracias a los gritos e insultos de Kirk y Nop, salieron los vecinos. Uno de ellos amenazó con llamar a la policía, así que ambos se separaron.

—Deberías volver a casa, Nop—le dije.

Miré el labio de Nop, estaba sangrando. Kirk también tenía manchada con poco de sangre su frente.