⁰¹⁴ The wings of freedom

194 23 7
                                    

——LAS ALAS DE LIBERTAD——

——LAS ALAS DE LIBERTAD——

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


















Estaba sentado en su escritorio de oficina. Su trabajo se había duplicado, ahora con los nuevos cadetes. Los soldados que solicitaban sus cambios.

La flama de la vela de su escritorio se iba consumiendo. Dando por último los escritos de los laboriosos papeles.

Miro melancólico el sillón donde su pareja lo esperaba. Hasta que terminara, ahora se encontraba reposando en casa. Su embarazo mantenía a la azabache en casa todo el tiempo.

Aunque era vigilada constantemente por la soldado razo Hitch. Sobre los progresos de su gestación le seguía preocupando por ella y su futuro hijo o hija.

Estaría vivo, vería crecer a su engendro. Tan siquiera lograría verlo decir sus primeras palabras.

No quería dejar a su esposa pero si trabajo como comandante se lo impedía. Abandonaría todo pero su más grande sueño era ver el sótano de la casa del Doctor Jaeger.

Resignado a sus instintos tomo una hoja en blanco. Con su única mano tomó una pluma de tinta.

Para comenzar a escribir, una carta de despedida a su esposa. Por si no regresaría de la conquista de Shingashina, donde enfrentaría al Bestia.

Y otra para su pequeño primogénito en camino desearle un feliz cumpleaños. Si él no estaría ahí para decírselo a la cara.

Terminó de escribir las dos cartas, se levantó de su escritorio. Para irse se madrugada a su casa para ver a su mujer.

— Solo éramos unos corazones perdidos. —se dijo a si mismo antes de cerrar la puerta de un trancazo.

✯  ✯ (⁠ ✯ ✯

Miro a su esposa dormir tranquilamente en su cama. Mientras el la estaba observando desde el otro extremo de la habitación, analizando apreciando la última vez en la que vería a su esposa.

La azabache comenzó abrir los ojos lentamente para ver a Erwin. Se reincorporo sentándose en la orilla de la cama, vestía una bata de tela blanca. Que hacía notar su enorme vientre.

— Erwin ven a la cama —pidió soltando un bostezo—. Te ves cansado deberías dormir un poco.

El rubio sonrió levantándose de su lugar. Poniéndose a la altura de la azabache acariciando su vientre, el pequeño ser comenzó a dar pataditas ante las caricias de su progenitor. Los ojos de Erwin desprendieron un brillo sin igual.

— Me pateó —susurro emocionado viendo a la Ackerman—. Ruby nuestro hijo me pateó.

La azabache soltó una sonora risilla. Acariciando la mano de su esposo sobre su vientre, verlo tener ese brillo especial en esos ojos azules. Hacía que el corazón de Ruby latiera con fuerza. Aquél bello momento fue interrumpido por unos toques en la puerta, Erwin suspiro para retirarse a ver de quién se tratase.

LOST HEARTS ©┇ Erwin Smith Where stories live. Discover now