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— ¡Feliz cumpleaños, mis diablillos! —exclamo Hange jalando con suavidad la mejilla de Emma. Esta se hallaba roja por la vergüenza.
Kuchel y Kennedy se encontraban junto con Mikasa. Ya habían pasado cuatro años, los trillizos habían cumplido 5 años de edad.
Todos se hallaban presentes a excepción de Eren. Se había escapado de los superiores la vez que salieron, al mundo exterior lo que se convirtió en una feliz visita al mundo. Se convirtió en lo contrario, al ver como gente que ni siquiera conocían los querían muertos a toda costa. Jaeger se había había ido, para infiltrarse en Marley. Esté acto los desconcerto a todos. Les enviaba cartas en ocasiones, informándoles de todo lo que sucedía en la nación.
Y exactamente había enviado una, para decirles del ataque planeado a Marley. Y de pasó felicitar a los trillizos, en esos cuatro años habían sucedido muchas cosas, como la alianza que establecieron con una mujer llamada Yelena. Hasta con el mismo Zeke Jaeger y el clan Hizuru del cuál, Mikasa era parte.
— Eren les desea un feliz cumpleaños. —dijo Ruby poniendo un pequeño pastel en la mesa—. El volverá pronto no se preocupen.
— El nunca nos falla ¿porqué ahora? —interrogo Kuchel con la mirada baja.
Mikasa acaricio su cabeza con ternura —. Tenía que hacer unas cosas, pendientes.
— ¡Mikasa tiene razón! —comento Sasha abrazando al pequeño Kennedy—. Eren es un soldado, el está protegiendonos desde donde está. Por eso no pudo venir, pero ustedes son muy importantes para él. Nunca faltaría si fuera algo de suma importancia.
— Supongo que tienen razón. —respondió la pequeña azabache.
— Hmp —resoplo Kennedy sin estar muy convencido. El sabía que algo ocurría o sinó porque todos, trataban de sonreír cuando estaban destrozados.
— Es hora de que pidan un deseo Kuchel, Kennedy, Emma. —anuncio Ruby, llamando la atención de los trillizos.
Los trillizos se acercaron, se miraron entre antes de soplar las velas. Los aplausos y gritos de alegría resonaron, los chicos, Hange y Levi. Se acercaron para tomarse una de esas dichosas fotografías. Todos animadamente reunidos como familia, sonriendo y tonteando. El señor les entrego la foto, todos sonrienron viéndose. Levi tomo la foto de las manos de Connie, esté lo vio ofendido.
— Esté es un regalo de parte de todos, mocosos cuidenlo. Bien —dijo entregándole la foto a Emma. Ella sonrió ampliamente.
— Es un recuerdo —comento Armin viendo a la pequeña rubia de cejas pobladas.
