Parte 3: Valiente

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Alec se despertó al sentir como el peso que lo aprisionaba había desaparecido parpadeando observa como Sebastián fue arrojado al otro lado de la habitación por una furiosa Reina Seelie quién no parecía para nada feliz
--No lo puedo creer Sebastián Morgansten , tienes obligaciones que atender no puedes andar perdiendo el tiempo entre las sábanas de un ángel --
El ojiazul observo en silencio los ojos negros de la Reina Seelie y en un suspiro comprendió quién estaba frente a su cama
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"Reina Seelie no eres tú, es Lilith su madre"
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El ojinegro miro con odio a la mujer frente a su amante después de todo no había sido un buen despertar ya que después de ese beso continuaron con otros más todos siendo correspondidos por el ojiazul y tras algún tiempo después el hijo de Lilith cayó total e irrevocablemente dormido en el pecho del pelinegro quién aún aturdido lo dejo dormir sin intentar escapar.
El ojinegro no estaba para nada contento con aquel rudo despertar ya que después de tanto tiempo podía volver a dormir debido a que no confiaba en nadie considerando su larga lista de enemigos ya que el hijo de Lilith tenía el presentimiento de que si cerraba los ojos sería para nunca más abrirlos sabiendo que su reina era lo suficientemente noble para no intentar asesinarlo mientras dormía o permitir su muerte en esas condiciones, la Reina Seelie quién en ese momento era la anfitriona de Lilith ya cansada de los arrebatos infantiles de su hijo lo tomo de una oreja sacándolo de la habitación frente a la estupefacta mirada del ojiazul quién solo parpadeo con confusión antes de darse la vuelta cubriéndose con una sábana celeste cerrado los ojos y volviendo a dormir siendo la discusión lo último que escucho
--Tienes una guerra que dirigir Sebastián tu ángel no se va a ir de aquí así que puedes venir por el después --
--pero mamá -- fue la protesta del ojinegro el cuál no deseaba dejar a su amante
--Nada de peros tienes responsabilidades ya perdiste mucho tiempo en tus berrinches , nos vamos y no hay pero que valga --

Un resignado ojinegro se dejó llevar fuera del instituto no del todo feliz pero estaba de un mejor humor poco o nada importandole que dentro de dos horas dirigiría un ataque al instituto de Buenos Aires después de todo el ojiazul le había correspondido el beso y no estaba comparando con la última vez en la cual el pelinegro se encontraba dormido confundiendolo con el brujo si no que está vez lo había hecho totalmente consciente pese a todo estaba un poco molesto por la huida del ojiazul pero eso lo arreglaría después primero tenía trabajo que hacer después de todo el mundo no se puede quemar solo.
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El ojinegro suspiro fastidiado mirando a sus oscurecidos y a los muertos en lo que fue el instituto de Buenos Aires los nephlims de aquel lugar habían luchado ferozmente hasta el último valiente cazador de sombras que permaneció de pie antes de que amantis lo asesinara , aburrido el hijo de Lilith comenzó a caminar por su recién adquirido instituto
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"Ya que a mí reina le trae malos recuerdos edom, sería una posibilidad dejarlo en este lugar donde la entrada resulta ser casi imposible"
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"Lejos de Estados Unidos y Londres "
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"Lejos de new York "
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"Lejos de Manhattan "
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"Lejos de Brooklyn "
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"Especialmente lejos de Magnus Bane "
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"Y porque no también lejos de Jace"
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Aquellos pensamientos fueron interrumpidos al escuchar un llanto molesto Sebastián se dirigió al lugar donde provenía el sonido, después de todo era una habitación con leve curiosidad abrió el clóset encontrándose con la sorpresa de que en un nido de sábanas se encontraba un recién nacido de tez morena el cuál era el responsable de aquel molesto ruido.
El rubio sin pensarlo mucho saco una daga planeando callar de una vez aquel molesto ruido pero al bajar la daga a milímetros del pecho del recién nacido recordó la única pelea que había tenido con su amante

─ ¿Por qué demonios hiciste eso? ─

─son solo niños, no podía permitir que murieran ─

A pesar de que las palabras del pelinegro eran tranquilas había reto en su mirada y el ojinegro sin contemplación alguna lo abofeteo rompiéndole el labio .
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─tus sabias perfectamente cual era el precio de desobedecerme Alexander y aun así te atreviste a retarme frente a esos niños dime ¿porque lo hiciste? ─

─tu lo has dicho son solo niños y no podía permitir que murieran en esta guerra sin sentido como lo hizo Max ─

Algo desconocido brillo en los ojos negros del rubio pero el ojiazul no tuvo tiempo de identificarlo

─ellos no me sirven, además no tengo tiempo para ser niñera de esos mocosos, pero tu recibirás el castigo de tu querida hermana así que presta atención ─

Suspirando tomo al bebé de las axilas mirándolo con odio
--estas de suerte renacuajo, resulta que mi reina es muy noble y si se entera de que te mato está vez estaría inconsolable --
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"Este renacuajo no es un reemplazo pero puede ser una disculpa"
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"Nunca fue mi intención que pasará aquel desafortunado accidente con Maxwell, el pequeño e insoportable Máx"
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"Una de las adoraciones de Alexander "
Con aquella idea en mente salió de la habitación siendo seguido por amantis
-- necesita algo señor --
--un portal hacia la habitación de mi reina en el instituto de new York --

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Perdón por la tardanza al publicar pero se me había olvidado que estaba escrito

Alma Corrompida  parte 2 : FrágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora