Alma Corrompida parte 2 : Frágil

Parte 2: Fragil

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Sebastián no podía creer que su amante hubiese desaparecido en su presencia después de todo él le muestra una agradable sorpresa y lo único que hace el estúpido nephlim es tomar la primera oportunidad en la que no lo esta vigilando para desaparecer, tal era la molestia que sentía que los cazadores y lobos que se atravesaban en su camino habían sido eliminados con violencia y todo a su alrededor había sido reducido a cenizas.

─te encontrare Alexander Gideon lightwood y cuando estes de nuevo ante mi suplicaras perdón por tu osadia y entonces aprenderás por las malas que conmigo no se juega ─ siseo con furia contenida mientras atravesaba a un cazador de sombras con su espada, el rubio se encontraba cubierto de sangre, pero aun así miro a la mujer lobo

─ese es mi mensaje para ese estúpido cazador─

Tras aquellas palabras el rubio desapareció dejando a una conmocionada Maia quien sin perder tiempo se dirigió al instituto de new york , la joven había observado al rubio que parecía moverse con la misma velocidad que Sebastián destruir a los oscurecidos y a los demonios pero sin duda alguna ni siquiera él podría defenderse de aquella formación en la cual lo atacaron los demonios si no hubiese sido por aquel chico pelinegro que parecía más frágil que un cristal con aquellos ojos azules asustadizos que tembloroso observando aquel escenario y que sin ninguna duda lanzo aquel cuchillo serafín a un distancia demasiado larga y aun así elimino a aquel demonio que retenía al rubio ,si Maia no supiera que aquel pelinegro era un cazador de sombras por la runa parabatai que poseía no lo hubiese creído capaz de enfrentarse a tan devastador escenario para proteger a su parabatai pese a el pánico silencioso que gritaban sus orbes azules.

El ojiazul parecía demasiado frágil que con solo algunas acciones y palabras indicadas podría romperse en mil piezas como un cristal pero aun así el chico había sido capaz de volver a retar al hijo de Valentine nuevamente pese a su estado la había sorprendido porque de si algo estaba segura es que si ella hubiese estado en la situación del ojiazul habría sido egoísta y huido desde la primera vez , ella no era tan noble como el pelinegro ni tan fuerte para soportar a un psicópata durante tanto tiempo sin enloquecer silenciosamente admiraba a aquel nephlim que había soportado tanto sin romperse.

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"definitivamente los cazadores de sombras son mucho más fuertes de lo que creí"

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Gimió de dolor parpadeando y sorprendiéndose al ver el lugar en el que se encontraba ya que lo ultimo que recordaba era el estar en brazos de su parabatai

─ALEC─

─tranquilízate que Magnus tardo demasiado atendiendo tus heridas por el momento descansa─

Poco o nada le importaron las palabras del diurno y levantándose del sofá encaro al vampiro

─ ¿Dónde está Alec? ─

─descansando justamente lo que tú también deberías estar haciendo suicida rubio idiota─

Fue la seca respuesta que recibió del brujo de orbes gatunos quien lo miraba con evidente desprecio, el rubio vagamente se preguntó si Magnus sabría lo de su alianza con Sebastián y cuando miro hacia sus manos se sorprendió al ver que el anillo que le había dado Sebastián no estaba

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"solamente falta que lo haya perdido en el frenesí de la batalla"