Parte 2:Frágil

1.1K 41 12
                                    

11

Alec había tomado una decisión y aunque una parte de el quería regresar al loft de Magnus se obligó a seguir caminando por las bulliciosas calles de New York deseaba poder llegar al instituto y encerrarse en su habitación lejos de su hermana y su vigilancia , lejos de jace y su asfixiante presencia , lejos de Magnus Bane y su peculiar comportamiento donde era obvio que no soportaba su presencia y lejos del entrometido susan quien lo veía con lastima y eso no lo soporta.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el instituto ya que frente a la iglesia solitaria dudo antes de tomar valor y entrar donde fue abrazado por su sollosante madre quien lo tenía entre sus brazos  con mucha fuerza temiendo soltarlo, alec corresponde el abrazo y deja de intentar ahogar todo lo que siente permitiendo que su mamá lo consuele como cuando todavía era un niño  ingenuo que  pensaba que su mamá podría protegerlo de los monstruos del mundo pero ahora sabe la verdad nadie puede  protegerlo de Sebastián Morgasten.

No sabe cuánto tiempo estuvo siendo consolado por su madre quien en ningún momento dio señales de quererlo soltar pero eventualmente se separan y caminan hacia el instituto, sabe que la clave va a pedir una explicación para entender porque está vivo , no es algo que quiera pero sabe que es necesario .

Totalmente agotado camina por los solitarios pasillos hacia su habitación la cuál parece estar exactamente como lo dejo , no sabe si sentirse aliviado o triste por el estado de su cuarto sin fuerza alguna abre su clóset y saca un gran suéter gris que en algún momento fue negro junto con el resto de su ropa y sin pensar decide tomar un baño donde deja que las gotas de agua oculten sus silenciosas lágrimas, pierde el sentido del tiempo y cuando se viste observa su reflejo en el espejo aquel gran suéter gris el cuál lo hace ver tan pequeño y frágil , lo odia ya no es un cazador de sombras se ha rebajado tanto hasta convertirse en la puta de Sebastián Morgasten y aunque no desea admitirlo es tan raro tener la libertad de tomar decisiones al igual que dormir solo ya que se había acostumbrado tanto a estar limitado en su libertad.

------------------------------------------------------
Miro a través de la puerta como el ojiazul  salía del baño vestido con un gran suéter gris abrazándose el mismo en un pobre intento de consuelo los ojos rojos delataban que había estado llorando.

El ojinegro decidió que había estado demasiado tiempo observando a su rebelde amante y sin pensarlo dio a conocer su presencia logrando hacer saltar al ojiazul que lo miro con terror
—vaya me sorprendió entrar a la casa del brujo y no verte en su cama, ya ves pensé que lo  seducirias después de que me abandonarás en medio de una pelea—
la fría voz del rubio hizo temblar al pelinegro ya que recordaba perfectamente su castigo por desobedecer el fantasma de los golpes de aquel látigo  y lo que ocurrió en aquel lugar lo hicieron sollozar silenciosamente derramando riachuelos de  lágrimas por sus mejillas el ojiazul solo negó con la cabeza en un inútil intento de evitar el castigo del ojinegro quien molesto acortó la distancia que los separaba y le dio una bofetada tan fuerte que tiro al pelinegro al suelo.

Alec sollozó  en el suelo cubriendo su mejilla amoratada observando entre lágrimas  las gotas de sangre que caían en el piso de su cuarto , el pelinegro temía que al levantarse provocará la furia de Sebastián el sonido de golpes en la puerta lo hizo levantar la cabeza  asustado
—Alec, cariño es tarde y tienes que comer baja por favor, tu papá está aquí  quiere verte —
la voz de su madre hizo temblar al pelinegro ya que temía lo que les pasaría a sus padres en presencia de Sebastián , al no recibir respuesta la voz de su madre se volvió a escuchar
—baja cuando estés listo cariño tu padre no se irá hasta verte—
tras esas palabras el sonido de pasos alejándose se pudo escuchar.
—deberia eliminar al gran inquisidor Lightwood y su esposa después de todo solo son obstáculos en mi plan—
el ojiazul se levantó de golpe negando , Sebastián se rió al ver el pobre intento de pelea de su amante pero su risa paro al ver una daga de plata la cuál lo apuntaba al corazón siendo sostenida por alec quien había tomado lugar frente a Sebastián ,el ojiazul se encontraba enfrentándose al rubio quien furioso no podía creer que su amante se atreviese a ponerse en su contra.
—sabes perfectamente que ninguna arma hecha en la tierra puede matarme así que deja de jugar y baja esa estúpida daga — fue lo que dijo el ojinegro  en un intento de controlar su furia
— Alexander baja esa daga ahora y no te castigaré como te lo mereces—
el pelinegro negó y se mantuvo en la misma posición
—no lo repetiré baja la daga ahora mismo—  el rubio no obtuvo respuesta más que un absoluto silencio y al pelinegro sujetando la daga con fuerza hasta que sus nudillos quedaron blancos de la presión.
—SUFICIENTE BAJA LA MALDITA DAGA AHORA— el grito de Sebastián hizo temblar aún más al pelinegro quien pese a todo no se movió.

El ojiazul temía lo que le ocurriría entre más se enfrentarse a Sebastián pero sabía que si se movía el rubio mataría a sus padres y no podía permitir que eso ocurriese ya que el instituto se encontraba totalmente solo y el era el único nephlim armado en el instituto.

Alma Corrompida  parte 2 : FrágilWhere stories live. Discover now