Parte 1: Inocencia

1.2K 77 9
                                    



8

Jace se encontraba másque molesto con Magnus y es que no era para menos si hacía casi tres semanasque el brujo se había desaparecido y según los rumores que se escuchaban en elsubmundo mantenía encuentros con diversos subterráneos que al parecer eran susamantes ocasionales , el rubio había decidido que si el brujo había iniciadouna relación con el líder de los vampiros de New York el no intervendría aun sieso terminaba por destrozar las esperanzas de Alec después de todo el ojidoradosolo deseaba encontrar a su parabatai aun si eso significara hacer tratos conel mismísimo lucifer pero el saber que aparentemente para el brujo de orbesgatunos encontrar a su desparecido exnovio no era una prioridad importante lo tenía más que molesto porque una cosa eratener a la clave a punto de saltarles encima y otra muy diferente tener quebuscar a su parabatai sin la ayuda de un brujo ya que ningún brujo en todo newyork deseaba tener a la clave como enemigo así que el rubio sabía perfectamenteque se encontraban en una situación demasiado complicada y sabiendo que ya no teníaforma alguna de encontrar a su parabatai decidió que pagaría el precio de hacertratos con demonios y sin pesar marco aquel número que se sabía de memoriasorprendiéndose al escuchar a una vozadormilada que reconocía perfectamente contestarle


—acaso interrumpo tu sueño — hablo no sin cierto tono sarcástico el rubio

Mientras sin demasiado humor tomaba una lapicera y papel

— No me importan ni tus aventuras mucho menos si despierto o no a tu amante, tu sabes el motivo por el cual te marco—

— Solo cállate no quiero los detalles de tus apasionados encuentros con tu amante y dime que es lo que tengo que hacer —

— Está bien dame la dirección y ahí te veré dentro de tres horas por supuesto que no soy estúpido y sé que me vigilan —

Sebastián miro el celular sorprendido ya que por un momento había pensado que al rubio no le importaba tanto su parabatai ya que había transcurrido casi un mes desde el día en que le marco a Jace Heroadle por el celular del ojiazul sonrió recordando lo que le había dicho al rubio después de todo no era mentira

<<por supuesto que no interrumpes mi sueño, pero si el de mi placentera compañía>>

Porque definitivamente el ojiazul era una placentera compañía y mucho más cuando entre sueños sin ser consciente se entregaba a los besos que el iniciaba después de todo no podía resistirse cada vez que observaba los rojizos labios de su amante que lo tenían completamente obsesionado aunque en ese momento el pelinegro parpadeo abriendo sus orbes azules que aun somnolientos intentaban enfocarse a su alrededor ya que esa alcoba era desconocida para el ojiazul quien asustado comenzó a escanear a su alrededor

— Tranquilízate estamos en mi departamento de Londres —

No es que al rubio le hiciera mucha gracia tener al ojiazul fuera de Edom, pero después de que surgieran ciertos inconvenientes en ese lugar el ojinegro había decidido que no volvería a dejar demasiado tiempo solo al pelinegro ya que tanto tiempo lejos de su compañía terminaba haciendo que el heredero Ligthwood olvidara cuál era su lugar además de que tener al pelinegro sería una buena forma de distraerse durante el tiempo que estuviera en ese lugar.

El ojiazul miro hacia el rubio buscando una explicación y este al darse cuenta de la inquietud del pelinegro sonrió de forma divertida

—deberías estar complacido de encontrarte de nuevo en el mundo humano—

—¿Por qué? —

—ya que estaré ocupado y me preocupaba que iniciaras una masacre con mis oscurecidos o que los demonios a mi cargo intentaran sobrepasarse contigo decidí que la única forma de asegurarme era que tú me acompañaras a Londres además de que te será imposible salir de este lugar a menos que sea en mi compañía, por otro lado, podas tener libertad de movimiento aquí —

Alma Corrompida  parte 2 : FrágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora