6.

1.9K 176 88
                                    

Chishiya giró en su cama con incomodidad, aún seguía dormido, pero se sentía muy inquieto. Hasta que abrió los ojos rápidamente, dejó de moverse y se sentó en la cama, la cual era un desastre total al igual que él.

De nuevo estaba solo, como le había pasado la última vez. Por alguna razón se sintió confundido y un poco desanimado.

¿Cómo es que Niragi puede irse sin decir nada después de lo de anoche?

Miró a su alrededor fijando su mirada en uno de los muebles de ahí, vio todas las cosas desordenadas y hasta tiradas cuando debían estar en su lugar. Se sentía muy sucio

Sintió un leve escalofrío cuando escuchó y vio la perilla de la puerta moverse en un giro de 90°. Claro, como las habitaciones totalmente cerradas en la playa estaban completamente prohibidas.

Se sorprendió al ver a Niragi entrar a su habitación con algo en la mano, parecían ser unas galletas, específicamente de vainilla, lo sabía por el empaque azul. Cuando entró, cerró de inmediato la puerta detrás suya.

– Te traje algo. –Dijo mientas levantaba un poco la mano con la bolsa de galletas–.

¿Por qué Niragi actuaba así? Si él mismo no sabía, Chishiya menos. Era tan inusual de Niragi el simple hecho de buscar a alguien. Era una situación muy súbita.

Cuando Suguru se acercó a la cama de Shuntaro, solo le lanzó el empaque de galletas sin preocupación y con flojera. Chishiya las tomó con dificultad. Ese sí era él.

– ¿Te molestaría si utilizo tu baño? Bueno, como sea.

Shuntaro se quedó completamente sin palabras por la repentina actitud de Niragi, no era tan brusco como siempre y parecía que tenía algo por decirle.

Vio cómo entró al baño de la habitación y en cuanto cerró la puerta de ahí, Chishiya tomó el paquete de galletas y las observó por unos segundos, eran sus favoritas. Sonrió como normalmente hacia, pero con más felicidad.

El sonido del baño siendo abierto lo sacó de su distracción. Quedó completamente desconcertado cuando vio a Niragi asomarae un poco por el marco de la puerta. No tenía ninguno de sus piercings y por alguna razón le cambiaba todo su rostro.

– ¿Tendrás un cepillo? –Preguntó con demasiada confianza, como si fuera su habitación–.

Chishiya se quedó paralizado por un momento, hasta que reaccionó.

– Está dentro del cajón del baño. –Respondió serio–.

Suguru solo asintió y se metió de nuevo a aquél pequeño cuarto. Shuntaro sonrió de nuevo, de manera nerviosa, qué emociones tan desconocidas para él. Había visto a Niragi con poca ropa, hasta desnudo, pero nunca sin sus típicos piercings.

Buen momento para pensar en aquél piercing que siempre tenía en su lengua, lo tenía desconcertado. Tan pocas veces que lo ha besado, pero en todas le fascina por esa perforación.

Le encanta ese piercing y el dueño.

No se dio cuenta de que había estado tanto tiempo con sus pensamientos, hasta que escuchó la puerta del baño abriéndose rápidamente, haciendo que pegara un pequeño brinco del repentino sonido.

Niragi ya estaba como siempre, su cabello atado en una media coleta y sus piercings del rostro, ahí estaba ese Niragi que le atraía tanto, el único e inigualable.

– Espero no haya sido una molestia que haya usado tu baño, pero quise venir a arreglarme aprovechando que quería traerte algo, para que no te perdieras al no verme al despertar. Sabía que te importaría mucho.

𝘖𝘤𝘶𝘳𝘳𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 [♡︎༄] 𝘕𝘪𝘳𝘢𝘴𝘩𝘪𝘺𝘢Where stories live. Discover now