Capítulo Once

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Sábado.

Los próximos días no pasaron fácilmente. El jueves por la mañana cuando Seungmin despertó, estaba bien, feliz incluso. Pero entonces él se había levantado y miró su bolso de patinaje y todo lo que había sucedido la noche del miércoles se precipitó hacia él. Naturalmente, Seungmin no era él mismo ese día, pero se las arregló para salir adelante en la práctica. Cuando Hyunjin se acercó a él andando a clase, el chico estaba tan ocupado hablando del buen tiempo que había tenido con Jeongin y Minho ("Él es en realidad mucho más agradable de lo que pensábamos.") la noche anterior, y Seungmin decidió que no era momento de cargar a su amigo con sus problemas todavía.

Fue justo después de que Chan había entrado a clase, se sentó en su lugar habitual junto a Seungmin, y dijo: "Seungmin, lo siento mucho. ¿Podemos hablar de esto?" que Hyunjin se dio cuenta de que algo estaba mal.

Eso podría haber tenido algo que ver con el hecho de que Seungmin se había girado hacia Chan y había contestado en un tono increíblemente calmado y plano: "No. Ahora vete a la mierda." Él se había dado vuelta antes de que pudiera darse cuenta de la mirada en el rostro de Chan ante sus palabras— como si alguien le hubiese dicho que dejara de vivir. Chan se había levantado de su asiento solemnemente y volvió al lugar donde había estado sentado la semana anterior, en la época en que la vida de Seungmin era mucho menos complicada.

Seungmin le había contado a Hyunjin sobre la noche del miércoles después de la escuela ese día. Hyunjin había escuchado y, por una vez, parecía haber perdido las palabras cuando Seungmin terminó. Parecía que quería decir algo como "Bueno, ¿por qué no lo dejas explicar?" Pero una mirada de Seungmin fue suficiente para que se callara. Así que, después de eso, el chico de pelo oscuro había ignorado a Chan también. Seungmin era muy afortunado de tener amigos tan maravillosos.

Pero solo porque Seungmin estaba enojado con él no significaba que mantenerse alejado de Chan era fácil, y Seungmin se odiaba a sí mismo por eso. Estaba enfadado, eso era seguro, pero él también estaba herido y se sentía extrañamente traicionado, lo cual simplemente no tenía ningún sentido. Ya nada tendría sentido nunca más, porque ¿Cómo podría Seungmin haber sido tan engañado? Él se había sentido tan seguro en su relación —ehm, de amistad— que nunca había esperado que algo así sucediera, y había estado tan cegado. Dicho esto, era difícil no dejar que sus pensamientos se desviaran a cierto muchacho de pelo negro, preguntándose qué podría decir para mejorar la situación.

No es que Seungmin estuviera dispuesto a escucharlo.

Para sorpresa de Seungmin, Chan no intentó hablar con él en persona de nuevo. No esperó a Seungmin después de la práctica o lo detuvo yendo a su habitación, y volvió a sentarse con Jeongin en clases. El único contacto con él fue cuando Seungmin tuvo que lidiar con sus textos insistentes que parecían nunca terminar.

Min, lo siento mucho. Por favor déjame explicarte. No era lo que piensas. En serio quiero decirte la verdad. Por favor. -C.

Seungmin, realmente necesito hablar contigo. -C.

Por favor, responde a mis llamadas. O devuélveme los textos o algo, carajo. Lo siento. -C.

Sólo quiero hablar. -C.

No tienes que hablar conmigo de nuevo después si tú no quieres. -C.

Minnie, por favor respóndeme los mensajes. -C.

Por favor. -C.

Buena suerte, x –C.

Cada vez que un nuevo mensaje de texto llegaba, Seungmin abría el teléfono (a pesar del hecho de que sólo causaba cosas malas en él), lo leía, y luego lo eliminaba rápidamente, haciendo caso omiso de la atracción dolorosa en el estómago que tiraba de él cada vez que lo hacía.

Corazones Sobre Hielo |Chanmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora