2- ¿Por qué yo?

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-¿Por qué yo?- sí, sabía de sobra que esa era una pregunta demasiado desgastada pero tenía que hacerla porque era lo único que quería saber de el en ese instante.

Es increíble porque siempre creí que era como un cliché hacer esa pregunta o que la persona que la hacia, conocía muy bien la respuesta que le iban a dar, pero yo, yo realmente era quien ahora hacia la pregunta y no tenía ni idea de cuál sería su respuesta.

Él me sonríe y bueno... ¿pero ahora le parece gracioso o que?

-¿En serio preguntas eso?

-No, en realidad...- intento sonar sarcástica pero no me sale así que voy a lo que realmente me interesa- yo no SOY como esas chicas- hago énfasis en "soy"- yo no tengo ni el cabello, ni el rostro, ni el cuerpo, ni el carisma, ni nada que tienen ellas... ¿y no vengas con eso de que la belleza es interior?

-Y no lo hago... se que eres...- me mira como volviendo a reconocerme- un desastre de persona- intento hablar pero no me deja- déjame, te explico- si, claro y yo intentaré callarme mientras te sueltas la gran mentira que crees me convencerá- creo que...

Ufff ya empezamos con los creo.

-...creo que la belleza se ve, lo demás se siente. Yo no soy capaz de ver ninguna belleza interna tuya, yo siento quien eres, yo siento el tipo de chica que eres y no, no me importa si no te peinas muy bien..

Ahora llegaron las mentiras, en realidad me peino fatal, pero vale... aún sigue teniendo que decir, dejémoslo.

-...no me importa que creas que no tienes un rostro hermoso, porque no es lo que me cautiva realmente- me mira sonriendo y ladea la cabeza- ¡ese gesto!, eso me encanta de ti, esa inocencia que desprendes, esa esencia que ¡por Dios! es más hipnotizante que el canto de una sirena.

-Wow wow espera que...

-Shhhh- me hace callar- aún no termino. No me importa si no tienes un tremendo cuerpo- dejo de mirarlo- hey, no me importa un carajo- consigue que mi atención vuelva a él- no me importan ellas, ni nadie, me importas tú, me gustas tú, solo tú, no sé cómo lo haces, no sé ni siquiera como lo hago pero si, eres tú quien está todo el tiempo en mi cabeza, quien me embobece con una simple sonrisa, quien me acelera el corazón con una simple presencia, y cuando te acercas yo...

-Si ya vale, la segunda parte de la descripción puedes dejarla para público más adulto. Yo... acepto salir contigo.

-Ves, adoro esa inocencia de que no hayas entendido una palabra de lo que te he dicho.

¿Entender qué? que acababa de decirme en espectaculares palabras que se había enamorado de mi, ay Dios, de mi, el se había enamorado de mi. Por supuesto que lo había entendido. Pero no estaba preparada para aceptarlo, pero vamos, ni siquiera entendía aún por qué era yo y no otra, aunque si, tenía grabadas sus palabras y prometo que las procesare en los próximos mil días pero ahora solo prefería entender las cosas a mi manera, tal vez terminara por convencerme en entender la suya, "pero ahora"... bueno ahora solo aceptaba salir con él. Y no lo niego, me encantaba ese "pero ahora". Y amaría que existiera un: "por" mientras que el siga sintiendo que clase de chica soy y otro "por" mientras yo siga malentendiendo sus declaraciones.

Historias de un amor ©Where stories live. Discover now