Capítulo 4

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Ezra


—¿Ya son novios?

—No.

—¿Cuándo lo serán?

—Cierra la boca.

—Pero necesito una respuesta.

—Charles, déjame desayunar a gusto.

—Está bien, está bien. —Alza ambas manos como si se rindiera—. Pero sí van a ser novios, ¿verdad?

Estaba a punto de llevarme un bocado de mi pan hasta que escuché esa pregunta. Solo lo veo con cansancio y él le da un sorbo a su café. No entiendo por qué tanta insistencia en que Hilary y yo seamos pareja. Con volverle a hablar es más que suficiente.

—No hay fecha exacta —asegura Dimitri, a quien veo de la misma manera y giro los ojos con fastidio—. Sin embargo, es obvio que va a suceder, ¿cierto?

—¿Quieren dejar de hacer preguntas tontas, por favor?

Los veo a ambos mientras nos encontramos en la cafetería que se encuentra a solo unos minutos de la universidad. Ambos se ven y vuelven a lo que estaban haciendo.

Contrario a lo que les sucede a mis amigos, hoy he despertado sin resaca, solo con una ligera molestia. Este par ha pedido un par de tazas de café más cargados de lo normal, solo eso, porque no he visto que pidan algo más.

—Creo que ya me siento mejor, a comparación de cómo me sentía en cuanto me desperté —menciona Chuck mientras termina su taza de café—. Ahora sí puedo empezar bien el día. O eso intentaré.

—Menos mal, yo necesito beber litros y litros de agua —dice Dimitri mientras se coloca sus gafas de sol, a pesar de que el día está nublado y estamos dentro del local.

—En esta ocasión no fui yo quien se propasó con la cerveza —admito mientras reviso algo en mi teléfono—. Creo que lo haré más seguido.

—Eso fue lo más raro —asegura Chuck—. Aunque viéndolo bien pareciera que nunca sufres por la resaca.

—Supongo que es porque solía embriagarme tanto en mi adolescencia que ahora no me hace efecto una simple resaca.

—Presumido —expresa Dimitri y nos indica que es momento de irnos.

Esta es nuestra rutina de los lunes: llegar a la cafetería que hasta el momento es la que más nos gusta, y tomar un buen desayuno antes de comenzar la semana de estudios. Subimos a la camioneta, que por obligación es la Royce Rolls propiedad de mi padre, y Dimitri nos lleva a la universidad.

Cualquiera que lo viera no se imagina que es mi guardaespaldas, por su forma de vestir sencilla y no siempre lleva sus trajes, solo cuando ve a mi padre. Por cierto, también está a cargo de Chuck, todo esto debido a lo que sucedió en el dormitorio de la universidad, de lo cual ya no hemos tenido problemas.

Inolvidable desastre [En proceso]Where stories live. Discover now