Capítulo 51: Hermano mayor Feng, ¡un buen tipo!
El cuero cabelludo de Bai Xiaochun hormigueaba tan fuerte que parecía que iba a explotar. Con los ojos carmesí, dejó escapar un poderoso grito mientras golpeaba más y más talismanes de papel sobre su cuerpo, causando que más y más escudos brotaran. Pronto, estuvo rodeado por una barrera de casi dos metros de espesor.
Casi en el mismo momento en que surgieron todos los escudos, la mujer de túnica roja de repente salió de la oscuridad hacia Bai Xiaochun.
Se escuchó una explosión cuando perforó aproximadamente un treinta por ciento en la barrera del escudo antes de detenerse en su lugar. Luego gritó, un grito que aparentemente fue capaz de atravesar los escudos. Cuando el sonido ensordecedor apuñaló los oídos de Bai Xiaochun, comenzó a perder el conocimiento.
Sorprendido, se mordió la lengua con fuerza, lo que aclaró las cosas justo a tiempo para ver a la mujer transformarse en un enjambre de innumerables escarabajos rojos, que luego comenzaron a golpear su escudo.
Sin embargo, el escudo era demasiado grueso y los escarabajos rojos eran incapaces de atravesar el setenta por ciento que quedaba. Después de rebotar, volaron de regreso y se reformaron en la forma de la mujer de túnica roja.
Miró a Bai Xiaochun por un momento, luego comenzó a reír mientras cargaba hacia él una vez más.
Simultáneamente, se escucharon estallidos cuando las rocas ornamentales comenzaron a ondular y elevarse, transformándose en Stone Golems. A los árboles frutales también les brotaron brazos y piernas, se desprendieron del suelo y comenzaron a caminar hacia Bai Xiaochun y los demás. Especialmente extraño fue el hecho de que las frutas de los árboles comenzaron a reír y cantar canciones infantiles de nuevo.
Uno de los árboles se unió a la mujer de túnica roja para apuntar específicamente a Bai Xiaochun.
“¡Marionetas!” Du Lingfei jadeó.
Bai Xiaochun estaba temblando violentamente. En todos los años que había vivido, nunca había experimentado tal sensación de peligro inminente. Cuando la mujer se acercó a él, rápidamente realizó un gesto de encantamiento, aprovechando toda su energía espiritual mientras agitaba su dedo hacia ella.
Al instante, su espada de madera salió volando a toda velocidad, un rayo negro que levantó una gran ráfaga de viento. Luego, un estallido resonó cuando la espada apuñaló la cabeza de la mujer.
La mujer dejó escapar un grito agudo y su cuerpo se disolvió repentinamente en una masa de escarabajos rojos, que se retorcieron y se estremecieron mientras caían al suelo y luego se rompieron en pedazos.
La espada de madera no desapareció; después de apuñalar la cabeza de la mujer, continuó avanzando hacia el árbol frutal detrás de ella.
Apuñaló a través del árbol, que se tambaleó hasta detenerse y luego explotó repentinamente. Instantáneamente, la fruta del árbol se marchitó y, sin embargo, continuó cantando alegremente incluso mientras morían.
Todo lo que estaba sucediendo hizo que el cabello del cuerpo de Bai Xiaochun se erizara. Afortunadamente, su espada de madera era extremadamente poderosa, y después de atravesar el árbol, continuó navegando por el aire y luego abrió un agujero en la pared cercana. Sin embargo, tan pronto como apareció el agujero, zarcillos con forma de tentáculos comenzaron a arremolinarse desde los lados rotos, como si la pared se estuviera preparando para volver a formarse.
"¡Sal por ese agujero!" Du Lingfei gritó, moviéndose instantáneamente. Sin embargo, Feng Yan fue el más cercano de todos al agujero en la pared. Estremeciéndose por el dolor de desperdiciar un artículo tan valioso, sacó otra de las píldoras medicinales negras y luego la arrojó frente al joven con la linterna. Un gran boom resonó. Feng Yan luego tomó prestada la fuerza de la explosión resultante para volar hacia el agujero.
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A Will Eternal [1-COMPLETA]
AdventureUna voluntad de crear océanos. Una voluntad de convocar a los campos de moreras. Una voluntad de masacrar a innumerables demonios. Una voluntad de erradicar innumerables inmortales. Sólo mi voluntad... es eterna. Todos los derechos reservados pa...