Mi debilidad 🥀

Capítulo VI

🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀🥀

Directamente me adentré por la calle y al primer callejón me metí, tuve bastante suerte de que este primero estuviera casi vacío en su totalidad, había un grupo de chicos a los suyo que apenas notaron mi presencia, seguí mi camino y giré a la derecha para ir al siguiente callejón, este al ser más cercano al sitio a evitar en cuestión si que tenía mas personas, pase lo más rápido que pude sin importar las miradas clavadas en mí, debía de recordar no ponerme nerviosa o agobiarme o todo saldría mal, continué sin detenerme hasta que por casualidades de la vida noté algo en mi pierna lo cual me hizo dar un pequeño brinco por el susto, así llamando la atención de toda la calle. Y todo por una ramita...

Seguí avanzando intentando ignorar a todos los que me miraban, lo cual era casi todo el callejón.

Por suerte o desgracia me volví a encontrar en el callejón de el misterioso demonio, esta vez me sorprendió no encontrarle, para ser sinceros me hubiera sido de ayuda encontrarle para intentar saber algo de información que ni encontraba en libros, pero supuse que estaría ocupado, por lo que seguí mi camino de callejones.

Crucé dos callejones más, ambos medio vacíos por suerte, gracias a eso en menos de quince minutos me encontraba de vuelta en mi casa.

Entré derrotada por la puerta y la cerré de un brusco golpe, me alegraba estar de vuelta en casa después del fiasco de la biblioteca. Dejé las llaves en la estantería de la entrada y me dejé caer en el sofá para luego encender la televisión, quién sabe, tal vez hubiese alguna noticia que me alegrase el dia.

De hecho todo lo contrario.

Como portada de última noticia salió la comisaría donde trabajaba mi hermano, decían haber descubierto un ¿material? resistente con el que matar a Dexter. Salía un gran equipo de trabajadores...detuvieron un momento la imagen, me fije en todos ellos y espere no encontrar a quien no quería ahí...pero ahí estaba, mi hermano posando sonriendo por el hallazgo, junto a todos sus compañeros, cambiaron de imagen, enseñaron entrevistas de los trabajadores para que explicasen la invención, el que supuse que era el que estaba al cargo del resto empezó a explicar..¿Cómo un trabajo de oficina podía ser utilizado para algo así?

El plan era el viernes de esta misma semana acabar con su vida poniendo algún señuelo.

Esos eran todos los detalles, absolutamente todos los detalles, lo más probable era que Dexter viese todo lo que planeaban contra él aunque probablemente se presente a la hora del duelo ya que no hacerlo sería herir el orgullo de cualquiera.

Hoy estabamos a martes, solo 4 dias me quedaban.

Necesitaba buscar algún tipo de solución urgentemente...
Realmente necesitaba hablar con alguien ahora, pero mira qué coincidencia que mi hermano no estaba en casa, que novedad... Por un momento se me pasó la loca idea de ir a buscar al misterioso hombre, pero era arriesgado hacerlo, muy arriesgado...bueno igualmente no apreciaba lo suficiente mi vida como para negarme así que ¿Por qué no?

Rápidamente volví a coger la llaves para irme del lugar, aunque antes de irme recordé que no había comido y ya casi era hora hora de merendar...nah daba todo igual, otro coma más otro coma menos, no era nada si lo comparaba con la posibilidad de morir en 4 días.

Dejé esos pensamientos atrás y volví a emprender rumbo hacia el sitio de las pruebas, de tantas veces que había venido ya me lo conocía de memoria, hasta con los ojos cerrados, por cada paso había más y más gente a mi alrededor, podría decir que hasta había más gente que el dia anterior pero poco me importó.

Ahora que también lo recordaba ayer no cene...nah estaría bien, total, perder peso no me vendría mal, aparte que tampoco tenía hambre.

En cuestión de minutos me encontraba en el sitio acordado, si mis recuerdos no me fallaban el largo callejón donde me encontraba era donde el hombre misterioso se escondía. Continué caminando cuando pude ver algunos demonios a los lados de las paredes para por último apreciar a la persona que buscaba. No se percató de mi presencia hasta segundo después, que con una cara de sorpresa me cogió del brazo y me alejó de toda la muchedumbre hasta llegar a una habitación de lo que pensé que sería una casa abandonada.