Lena y Kara son mejores amigas y desde siempre tienen sentimientos por la otra. A pesar de que la kryptoniana abandonó la capa y anuló sus poderes para ser una simple terrícola, no se había animado a decir sus sentimientos por Lena.
La jóven Luthor...
Estaba en Luthor Corp trabajando, ya que no podía estar todo el tiempo practicando magia, tenía que cuidar la empresa de mi padre. De igual manera, estaba administrando mi tiempo porque no pensaba rendirme hasta traer a Kara. Mi celular sonó y tenía un mensaje de mamá donde decía que todo estaba normal, no había avances.
—Srta. Luthor... —Dijo mi secretaria y la miré con una sonrisa—. Tiene una visita. Dice que se llama Samantha Arias.
—¿Sam? ¡Oh, déjala pasar!
Me asintió y me estaba poniendo de pie cuando la dejó pasar. Noté que Ruby también estaba y se acercó casi corriendo.
—¡¡Tía Lena!! —Dijo y la abracé.
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—¡Hola, cariño! ¿Cómo estás? —Le dije, dando una caricia en su cabeza—. Estás grande, has crecido mucho.
—Gracias, me estoy alimentando bien. —Dijo y sonreí.
Me giré a Sam y algo en su rostro me preocupó.
—¿Qué sucede? —Dije y tragó saliva.
—Necesito tu ayuda, algo está pasándome. —Dijo y la miré.
—¿Qué pasa? ¿Estás enferma? —Le dije y suspiró.
Cuando lo hizo, largó una bocanada de aliento congelante que la fue directo a la mochila de Ruby. La miré y asintió.
—No sé qué está pasando... Pero creo que estoy teniendo los poderes de Supergirl.
Nos quedamos mirando con preocupación y en eso Ruby me miró.
—Si mamá tiene esos poderes, ¿significa que es kryptoniana? ¿Yo también tendré los poderes entonces?
—No nos precipitemos, Ruby. Primero vamos a averiguar qué está sucediendo. —Dije y me acerqué al escritorio para tomar mi celular—. Voy a pedir ayuda en esto.
Esperé a que el tono sonara y se escuchara su voz.
—Dime, Lena. ¿Alguna noticia de Kara?
—No, Alex. Te llamo por otra cosa, necesito tu ayuda... De manera discreta. ¿Podemos ir a tu laboratorio?
Alex no dudó en decirnos que fuéramos. Por supuesto, antes de entrar tuvimos que hacer que Sam y Ruby firmaran un acuerdo de confidencialidad antes de entrar. Y cuando llegamos, ella, J'onn y Winn estaban esperando. Les presenté a Sam y les contó lo que le había estado sucediendo.
—Hace semanas que he notado que soy más fuerte que antes y no entiendo qué me sucede. —Decía Sam—. No estuve expuesta a nada, no sé qué pasa.
—¿Me permites escanearte? —Dijo Alex y Sam asintió.
Alex le hizo unas pruebas y la sometió a ciertos estudios. Y cuando terminó, miró la pantalla con sorpresa.
