Lena y Kara son mejores amigas y desde siempre tienen sentimientos por la otra. A pesar de que la kryptoniana abandonó la capa y anuló sus poderes para ser una simple terrícola, no se había animado a decir sus sentimientos por Lena.
La jóven Luthor...
Estaba en el trabajo, concentrada en un papeleo cuando recibí una llamada de Alex. La contesté sin dudar, pero mirando lo que había estado haciendo.
—Dime Alex... —Dije mientras trataba de leer un documento.
—Lena necesito que vengas urgente al DEO. —Dijo y me paralicé.
—¿Por qué? ¿Qué sucede? —Dije alerta—. ¿Sucedió algo con Sam o Ruby?
Escuché un silencio y un suspiro.
—Las Leyendas... Trajeron a Kara.
En tanto dijo eso, mi corazón latió fuerte y suspiré pesada.
—Voy para ahí. —Dije y corté la llamada.
Cerré la computadora, tomé mi celular y mi bolso. Salí de ahí y le grité a Jess que cancelara todo mi día. No quise siquiera conducir, tomé un taxi. Y cuando llegué al DEO, el ascensor fue eterno. Y cuando finalmente llegué al hall del DEO, un oficial me guio. En el centro de la habitación estaban los leyendas vestidos de época, identifiqué la espalda de varios de ellos, además de que había tres cabezas rubias. Frente a ellos estaba Alex, J'onn y a su lado, mamá, la cual me sorprendió estuviera vestida de época. Alex me notó y le hizo un gesto alguien. Una de esas cabezas rubias se giró y noté que era Kara. Tenía un vestido color tierra, un cinto decorando y un cinto te cuero que sostenía una daga.
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Mi corazón latió fuerte al verla y me miró con pena. Se acercó caminando a mí y no soporté, me lancé a sus brazos para darle un abrazo. Comencé a llorar sin parar y me dio un abrazo fuerte.
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—Lo siento... —Dije mientras sentía un gran alivio en mí—. Lamento mucho... Lo intenté, no dejé de intentarlo... Y no podía, no podía ir por ti.
—Tranquila... —Dijo en un tono algo sombrío que llamó mi atención—. Sé que lo intentaste. Lamento haberte preocupado.
Levanté los ojos hacia Alex y mamá. Mamá bajó la mirada y Alex suspiró con la mano en la cintura, claramente preocupada. Me alejé poco a poco del abrazo y cuando quise mirar a Kara, me observó un momento y noté dolor en sus ojos. Desvió la mirada y se alejó lentamente.
