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*:・゚✧-ₒₕ, yₒᵤ... ♡·*:・゚✧

【Sistema de modo fácil. Consejo: fortalezca las relaciones con los protagonistas para conseguir puntos de satisfacción y frescura. Nivel 5 desbloqueado: las recompensas se otorgarán al finalizar el arco de entrenamiento. ¡Agradecemos su colaboración durante toda esta etapa! Le deseamos la misma suerte durante la que sigue, ¡no se rinda ante el enemigo!

Que mensaje tan extraño...

"Que más da..." murmuró ___, ya se había acostumbrado a salir estafado del sistema.
Terminó de hacer sus necesidades bajo la atenta mirada del sistema basura y lavó sus manos. Hoy era el tercer... No, cuarto día de entrenamiento intenso. Se sentía como la guerra.

Había terminado la primera sesión desde las 8 am hasta 11 am, claro que después de continuas amenazas personales por parte de Ego.

Sin embargo, no logró llegar al almuerzo.

Esa mañana compartieron salón de entrenamiento con el Equipo V, así que se la pasó respaldada por la suprema flojera de Nagi para que ella no se viera tan mal.

"¿Me alcanzas una botella?" su grave error fue ir directo a un asiento, esperando a su buen amigo peliazul concederle sus deseos.

Isagi se molestó en ir a por la botella, mientras lo demás pasó en un segundo. 

Era un chico del Equipo V, recordaba haberlo visto antes, probablemente cerca de los que se creían bullys. Este cargaba con un gran plato de lo que parecía comida, pero apestaba a basura en sopa de pintura violeta, también traía una extraña baba verde, todo daba mala espina en ese tazón.

Claro que sí, todo fue volcado sobre ___ en un choque. "Lo siento..." el chico salió corriendo sin arrepentimientos, dejando a la otra con esa bizcosa infusión desde la cabeza a los pies.

Lo primero que sintió fue el insinto de perseguirlo y darle lo que merecía, pero interrumpió el acto violento una fuerte picazón por todo su cuerpo. La ropa empapada se sentía terrible y empezaba a arder de a poco.

"¡___! ¡¿Qué sucedió?!" Isagi volvió con las dos botellas de agua, con una expresión horrorizada.

El mencionado lo ignoró, centrándose en correr a las duchas más cercanas, que eran compartidas por todo el edificio; muy pocos las usaban al estar más cerca de las duchas del dormitorio.

Se quitó la ropa con dificultad y abrió la ducha rápidamente para enguajarse todo el cuerpo. Si ya sudado se sentía incómodo, con esa cosa era el doble de peor. 

Frotaba y frotaba con jabón, pero costaba mucho deshacerse de las marcas coloridas que dejó.

Después de unos 20 minutos, "Uh... ¿Todo bien...?" Isagi volvió con un cambio de ropa y una toalla entre sus brazos.

"No..." contestó con pena.

El peliazul entró por completo y, con las mejillas algo sonrojadas, se ofreció "¿Te ayudo con tu cabello? O estarás todo el día aquí..." dejó la ropa a un lado y se acercó.

"Claro, gracias." ___ le sonrió.

Empezó a intentar quitar la basura con algo de impresión "¿Cómo pasó esto?" hizo un buen trabajo con el agua, hubiera sido imposible hacerlo por si mismo.

Pero ___ le mintió "Un empleado tropezó y, bueno, mi suerte hizo de las suyas." una risita despreocupó al azabache.

No iba a meter a una de las personas que mas aprecia en sus líos. El contrario era alguien con quien podía mostrar su personalidad, decir lo que pensaba, hablar de tonterías y comportarse como un idiota sin que el otro pensara que fuera extraño; la presión de acoplarse a cada uno de los chicos era dura, pues no a todos les gustaría el mismo ___ y el sistema no especificó eso.

Pero Isagi se sentía como un lugar seguro, como si la partida se hubiera guardado, como si fuera la ruta principal.

Bajó un rato sus agotados brazos de frotar su cuerpo luego de tantas horas de entrenamiento y se relajó sobre el cuerpo del otro.

Solo apoyó el peso de su cabeza, pues se encontraba desnuda y mojada, mientras el otro ya estaba perfectamente limpio y con ropa.

Alzó la vista y vio los ojos azules del chico, bajo una expresión complicada, tratando de limpiar al máximo las hebras de su compañero.

La sonrisa de ___ apareció inconscientemente al perderse en el rostro del chico, aún era increíble poder ser tocada exclusivamente por él.

Isagi sintió la mirada fija, así que movió sus ojos por un segundo para disimular que no vio nada. Era extraño ver al chico que le gustaba en esa posición mirándolo fijamente.

Su cara se puso roja al completo.

Después de otra media hora, se pudieron deshacer entre los dos de lo sucio.

 "¡Lo siento!" por enésima vez durante el camino al comedor, pues había hecho que se perdieran del almuerzo en conjunto.

"Ya te dije que está bien, yo quise ayudarte." le regaló una sonrisa calmada.

Ya en la puerta notaron que no había una sola alma, así que se sentaron juntos.

"Siento que estos días están siendo muy duros." ___ empezó la conversación mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su amigo.

"¿Verdad? A mi tampoco se me da bien el entrenamiento físico." la miró centrando su atención.

"Entonces ambos sufrimos." levantó su cabeza con una dramática expresión triste.

Isagi soltó una risita "Tampoco es para que te pongas así..."

Pero su risa fue interrumpida de golpe. La mano de ___ lo tomó del rostro y mencionó con calma "Te ves muy bien cuando ríes." y recordó lo que había pasado tiempo atrás.

Iba a quitar su mano ante la nerviosa mirada del contrario, pero este atrapó su muñeca y la mantuvo en su lugar "¿Recuerdas ese momento?" murmuró, tratando de mirar sus ojos.

___ respondió "Nunca lo he olvidado." 

Sentía que podría llorar del nerviosismo, pero aún así ignoró todo pensamiento intrusivo y acercó su rostro, dispuesto a dar el primer paso.

Pero Isagi sería el que lo haría "No voy a desperdiciar otra oportunidad."

___ esperaba un beso lento y tierno con el chico, había esperado por mucho tiempo; pero el control del otro le sorprendió.

Isagi usó algo de fuerza para empujar a ___ contra el asiento largo, con suavidad movió las manos de esta encima de su cabeza. 

Usó una mano para inmovilizar los brazos de ___ y la otra para mantenerse sobre él.

Obtuvo el control de toda la situación.

Besó con ganas los labios del inmovilizado, siendo rápidamente correspondido con lujuria. Ambos empujaron con fuerza, pero Isagi no cedía el control en ningún momento.

La lengua de ambos se unió al juego, sin separarse en casi ningún momento. Aunque dejaban varias pausas para respirar, las ganas los hacía elegir agitarse en un desastre.

El cuerpo del peliazul separó las piernas del otro y acercó aún más sus cuerpos. ___ recurrió a abrazar su cintura con las piernas para pegarlo completamente.

Y ver quién se rendía primero.








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